Giuseppe Siri

Al salir del seminario, estudió en la Pontificia Universidad Gregoriana, en Roma, graduándose en 1929 con un doctorado en Teología, que recibió la calificación summa cum laude.

[1]​ Destacándose por sus opiniones fundamentalmente tradicionalistas,[9]​ durante el desarrollo del concilio, formó alianza con el arzobispo Marcel Lefebvre y con los cardenales Alfredo Ottaviani y Thomas Cooray, siendo parte de un grupo llamado Cœtus Internationalis Patrum.

Por los progresistas, el principal candidato era Giovanni Battista Montini, arzobispo de Milán desde 1954.

[12]​[14]​[15]​ Este candidato fue Angelo Giuseppe Roncalli, patriarca de Venecia, quien se convertiría en Juan XXIII.

[20]​ Pero según el presbítero y político italiano Gianni Baget Bozzo, otro fue el motivo que tuvieron los purpurados para hacer dimitir a Giussepe Siri: este era que en 1958 era muy joven, tenía 52 años de edad, y se consideraba que no estaba preparado para hacer frente al difícil escenario político de la Guerra Fría.

[21]​ Algunos teóricos plantean que la frase dicha en su biografía por Siri: «He pedido perdón a Dios», se refiere al hecho de haberse negado a asumir la suprema dignidad.

[16]​ La convocatoria del Concilio Vaticano II supuso para el catolicismo una difícil coyuntura.

[22]​ Por los conservadores, Siri prefirió mantenerse al margen, por lo que el candidato de los tradicionalistas fue el cardenal Ildebrando Antoniutti.

Se comentó en algunos medios que Siri apoyaba la idea de finalizar el concilio pero los obispos querían continuar con la tarea reformista.

[12]​ Se ha afirmado que el ganador de ese cónclave, Karol Wojtyła, que posteriormente sería el papa Juan Pablo II, habría sido elegido gracias a un compromiso entre ambos candidatos.

[29]​ El teólogo romano Gianni Genari, conocido como «el cura rojo»[30]​ por su cercanía al comunismo, declaró por aquellas fechas que si Siri hubiera sido elegido papa habría sido una verdadera desgracia para la Iglesia, que hubiera podido provocar el abandono del ministerio de miles de sacerdotes de todo el mundo.

[10]​ Con la llegada de monseñor Giovanni Canestri para sucederlo como arzobispo de Génova-Bobbio se retiró a la Villa Campostano, ya que su benefactora la condesa Carmela Campostano en su testamento, había ofrecido hospitalidad al arzobispo.

Siri en 1944.
Pío XII le impone la birreta cardenalicia a Siri.
Giacomo Lercaro junto a Siri en octubre de 1958.
Siri fotografiado en 1962.
Siri en 1958.
Humo blanco saliendo de la Capilla Sixtina durante el cónclave de 2005 .
Siri en 1965.
Siri fotografiado en los años setenta.
Siri junto a Jean-François Guérin, en 1986.
Tumba de Siri en la Catedral de Génova .