Gobierno de Luis Alberto Lacalle

Era el nieto por vía matera del histórico caudillo nacionalista Luis Alberto de Herrera.

La victoria de Lacalle se vio propiciada por los duros golpes que había recibido el oficialismo durante la campaña.

El mismo automóvil fue posteriormente usado en la asunción como Presidente de su hijo, Luis Lacalle Pou.

[8]​ En el Palacio Legislativo dio su discurso ante la Asamblea General y juró como Presidente de la República a los 48 años.

[3]​El sector del Partido Colorado Cruzada 94 se autoexcluyó de la coincidencia.

[9]​ Todo esto se tradujo, en un paulatino retiró de ministros del gabinete.

Pero la Segunda Coincidencia Nacional ya no aportaba la mayoría absoluta parlamentaria.

[1]​ Nada más asumir, el gobierno de Lacalle buscaría promulgar un ajuste fiscal que equilibrara las cuentas públicas, ayudara a reducir la inflación y evitar la evasión de formas más efectiva y, procurara financiar la reforma jubilatoria plebiscitada en las elecciones.

También incluía la liquidación de ILPE (Industrias Loberas y Pesqueras del Estado), el organismo estatal dedicado a la pesca.

En tanto, se agregaron algunos artículos sobre el destino del dinero obtenido en los procesos de privatización futuros y establecimiento de sociedades anónimas mixtas para los acuerdos comerciales que celebren los entes con empresas privadas.

El Foro Batllista (Sanguinetti) y la Cruzada 94 (Pablo Millor) no votaron cinco de los artículos, entre los que se encontraba el capítulo que concernía a las telecomunicaciones.

[15]​[16]​[17]​ La ley permitía, además de criterios ya dictaminados, al Poder Ejecutivo vender, sin controlar parlamentario, empresas públicas, previendo que una parte del paquete accionario permaneciera en poder del Estado y otra pudiera ser adquirida por sus propios funcionarios.

Fijaba un plazo para esas disposiciones y la Administración se reservaba el derecho a controlar la concesión.

Si en esa primera instancia ese tope no se alcanzaba, existía una segunda y definitiva consulta posible para habilitar un referéndum.

[24]​[25]​ También definió a la ANP como un servicio descentralizado con dominio comercial e industrial, en coordinación con el Ministerio de Transporte y Obras Públicas.

[21]​ La Ley 16.246, conocida como Ley de Puertos, permitió tener puertos más eficientes, dinámicos, competitivos e integrados a las rutas marítimas del comercio internacional y marcó un antes y un después en la actividad portuaria nacional.

Entre ellos sobresalían: Asimismo, la reforma jubilatoria aprobada con la modificación constitucional plebiscitada en las elecciones de 1989, determinaba nuevas y mayores dificultades fiscales.

[14]​En estas condiciones, se estimó que en el primer año de aplicación de la reforma jubilatoria el ya elevado déficit fiscal se incrementaría aproximadamente 1,5% del PBI.

[35]​ La influencia internacional y regional fue predominantemente favorable durante el período 1990-1994, especialmente por lo que hace a la evolución de las variables financieras internacionales y al impacto beneficioso de la economía argentina que en esos años creció aceleradamente.

En contraste, durante la mayor parte del período los precios internacionales de las materias primas no petroleras se mantuvieron en niveles relativamente bajos.

En lo que hace a la influencia internacional sobre la economía uruguaya pueden distinguirse tres momentos dentro del período 1990-1994: La influencia regional fue predominantemente positiva a lo largo de todo el período, particularmente por lo que hace al impacto de la economía argentina.

La creciente apertura externa garantizaría la obtención de esa convergencia, y la misma se extendería luego a los bienes no transables.

Con equilibrio fiscal (el déficit fiscal global de 1991 fue cero y en 1992 se alcanzó un mínimo superávit), se confiaba en que el plan de estabilización resultaría creíble y que la inflación podría converger rápidamente con la devaluación prevista en la pauta cambiaria.

Sin embargo, la convergencia demoró en producirse (recién se alcanzó en 1996) y ello derivó en la acumulación de una pronunciada inflación en dólares.

Dicho ajuste procuró obtener recursos por un monto de 5,4% del PBI.

La política fiscal fue restrictiva en 1990 y 1991, pero luego comenzó a volverse crecientemente expansiva.

Sin embargo, se mantuvo la injerencia estatal en los sectores en los que existían precios administrados (transporte de pasajeros, salud privada y distribución de leche) y en uno en el que el Estado es un gran demandante (construcción).

[35]​ En materia de política financiera, se redujeron los encajes sobre los depósitos en moneda nacional y se aumentaron los correspondientes a los realizados en moneda extranjera, de modo que ambos tendieron a ubicarse en valores similares.

[35]​ Con relación a la problemática del endeudamiento interno, importa señalar que en 1992 se dispusieron dos nuevas leyes de refinanciación de las deudas bancarias contraídas antes del 30/6/83 (leyes 16.243 y 16.322).

Sin embargo, el acuerdo en realidad fue firmado en diciembre, por menos dinero y con la duración de un año, aun así el acuerdo le permitó a Lacalle utilizar la condicionalidad del FMI para impulsar sus reformas.

Grúas en el puerto de Montevideo (fotografía de 2009).
Edificio de la Administración Nacional de Puertos de Uruguay (fotografía de 2011).
Casa Central del Banco República , Ciudad Vieja , Montevideo, Uruguay.
Terminal de cargas del puerto de Montevideo . (Fotografía de 2017).