[20] En esas condiciones, Sanguinetti buscó designar un gabinete que trascendiera sus propias filas, recibiendo el nombre "entonación nacional".
[20][23] Además, nada más asumir el novel gobierno rehabilitó una enorme cantidad de instituciones ilegalizadas por la dictadura.
Al principio, el gobierno intentó habilitar que la Justicia Militar (dependiente del Poder Ejecutivo) reivindicara su competencia y se encargara de los juicios.
Seguidamente la bancada del Partido Nacional presentó otro proyecto que establecía una amnistía similar pero con algunas limitaciones.
Votaron a favor todos los legisladores colorados, con excepción del diputado Víctor Vaillant, y la mayoría de los blancos.
Luego de aprobada la norma, hubo varias iniciativas para eliminarla del ordenamiento jurídico uruguayo.
[30] Con anterioridad, la sede del Poder Ejecutivo uruguayo se encontraba en el Palacio Estévez, actual Museo de los Presidentes.
[30][33] Uruguay contó durante varios años anteriores con un reactor nuclear pequeño para investigación y capacitación de personal.
Con este primer paso se sentaron las bases para el futuro desarrollo de las plantaciones forestales.
Al mismo tiempo, se establece la obligatoriedad del voto secreto para la elección de las autoridades universitarias.
En 1986 culminó, junto con la economista Mabel Hopenhaym, una investigación sobre los efectos en la infancia de las políticas implementadas por la dictadura.
Al día siguiente se hizo conocer el decreto 921/973 que disponía la intervención de la Universidad.
Además, dos diputados del Frente Amplio: Gilberto Ríos y Carlos Negro, que concurrieron al lugar también fueron maltratados por la Policía.
Se consideró inconstitucional e inconveniente, al imponer una transferencia de ingresos entre sectores y agredir la libertad contractual.
[61] La política internacional fue un aspecto que el gobierno se decidió a recuperar tras años de dictadura.
Para ello fue vital el papel del economista independiente, de raíces blancas, Enrique V.
La visita comenzó en Costa Rica, presidida por Óscar Arias, premio Nobel de la Paz; prosiguió en Nicaragua, luego en El Salvador, Honduras y finalizando en Guatemala.
En la Casa Blanca se realizaron entrevistas, una conferencia de prensa y una cena, amenizada por la orquesta de Dave Brubeck, a la que asistieron el presidente uruguayo Sanguinetti y el presidente estadounidense Ronald Reagan, ambos acompañados por sus respectivas esposas.
[81] La breve estadía en Montevideo de Juan Pablo II en 1987 estuvo enmarcada en su octavo viaje apostólico a América Latina, que incluyó Uruguay, Chile y Argentina.
Esto entabló un acalorado debate en el Parlamento, que se resolvió a favor de mantener la cruz en su lugar.
Fue así que una delegación comercial china con nueve integrantes fue despachada a Montevideo en noviembre de 1984.
El diplomático chino le envió un mensaje claro que Barrios Tassano no dudó en reenviar a su cancillería con celeridad.
[84] En ese mismo año, pocos meses después, Sanguinetti realizaría una visita de Estado a China.
[87] Fue la octava ronda de las negociaciones comerciales multilaterales (MTN por sus siglas en inglés) llevadas a cabo en el marco del Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio (GATT por sus siglas en inglés), abarcando desde 1986 a 1994 y envolviendo 123 países como "partes contratantes".
Por otra parte, durante este quinquenio no se concretaron reformas estructurales e institucionales de importancia pero se pusieron en marcha algunos regímenes de promoción sectorial tendientes a promover la inversión en determinadas actividades o sectores (zonas francas, hotelería y forestación).
[93] El reacomodo de la industria a una economía más abierta y aperturista no resultaba sencillo.
Sin embargo, a pesar de que la opinión pública y política interna pensaban que el candidato del batllismo sería Jorge Batlle, Sanguinetti manifestó su preferencia por su vicepresidente, Enrique Tarigo, a quien consideraba capaz de continuar su propio programa.
Esto fue duramente resistido por Jorge Batlle, quien sintió que le habían "arrancado un brazo sin anestesia".
Como solución transaccional se acordó presentar una única lista de candidatos batllistas al Senado, donde se alternaban sanguinettistas en lugares impares (Enrique Tarigo, Carlos Cigliuti, Walter Belvisi) con jorgistas en lugares pares (Federico Bouza, Alberto Brause, Juan Justo Amaro).
Una parte del sanguinettismo no aceptó esta solución y se proclamó la candidatura presidencial de Hugo Fernández Faingold, quien apenas cosechó 15.000 votos.