Aunque la Constitución de Weimar técnicamente permaneció vigente hasta la rendición de Alemania en 1945, no hubo restricciones reales sobre el ejercicio del poder estatal, ya que tras la promulgación de la Ley habilitante, Hitler logró obtener poder para emitir y redactar leyes sin la aprobación del Reichstag, infringiendo la constitución.
Los nacionalsocialistas una vez establecidos en el poder lograron acaparar todos los ámbitos políticos, sociales y culturales de Alemania.
Gobernando el país con un fuerte nacionalismo, militarismo, anticomunismo, anticapitalismo y antisemitismo, eliminando de la vida cotidiana todo lo que consideraban 'degenerado' y nocivo para el pueblo alemán.
Esto promovió arrestos masivos de comunistas por todo el país, incluyendo a los diputados comunistas del parlamento y finalmente, tras las nuevas elecciones, el NSDAP obtuvo una victoria contundente.
[6] Los altos funcionarios informaron a Hitler y siguieron sus políticas, pero tenían una autonomía considerable.
El gobierno no era un cuerpo coordinado y cooperante, sino más bien una colección desorganizada de facciones lideradas por miembros de la élite del partido que luchaban por acumular poder y ganar el favor del Führer.
Hitler generalmente no daba órdenes por escrito; en su lugar, los comunicó verbalmente o los transmitió a través de su asociado cercano, Martin Bormann.
[9] Le confió a Bormann sus documentos, citas y finanzas personales; Bormann usó su posición para controlar el flujo de información y el acceso a Hitler.
Estaba protegido por la efectiva máquina de propaganda del Dr. Joseph Goebbels, que retrataba a Hitler como un líder heroico e infalible.
Mediante sucesivos decretos del Reichsstatthalter, los estados alemanes fueron politizados siendo reemplazados por provincias nacionalsocialistas llamadas Gaue las cuales eran dirigidas por un Gauleiter (líder de zona).
[15] En este momento, Bormann tenía control de facto sobre todos los asuntos internos, y este nuevo nombramiento le dio el poder de actuar a título oficial en cualquier asunto.