Historia de Guanacaste

En el territorio guanacasteco había solamente unas pequeñas comunidades culturalmente pertenecientes al Área Intermedia, como la de los corobicíes.

En la monarquía nicoyana parece haber prevalecido un sistema dinástico-electivo, es decir, que la sucesión no se practicaba automáticamente en línea directa, sino que al morir un rey se efectuaba una elección entre los diversos miembros de su familia para designar al sucesor.

En todo caso, la autoridad del rey no era absoluta, ya que se compartía con el monéxico, junta o consejo de huehues elegido cada mes por votación y en el que posiblemente estaban representados los diversos clanes o comunidades.

En las reuniones del monéxico se discutían asuntos de variada naturaleza, entre ellos los militares y administrativos.

Estos ancianos, que debían permanecer solteros y cuya actividad compararon los castellanos con la del sacramento cristiano de la confesión, atendían consultas confidencialmente, formulaban recomendaciones a la persona que buscaba su ayuda y asignaban penitencias tales como barrer las plazas u obtener leña para los templos.

El matrimonio era monogámico y al parecer indisoluble, salvo en caso de adulterio o bigamia.

Algunos reyes y personajes de alto rango tenían concubinas, pero nunca se les consideraba como esposas legítimas.

En caso de que anunciase que la mujer no era virgen y le había sido entregada como tal, la novia era devuelta a casa de sus padres y la boda se tenía por no celebrada.

La principal actividad económica de los pueblos chorotegas era la agricultura, que complementaban con otras, como la caza y la pesca.

Quesada López-Calleja, en su ya mencionada obra, señala que la propiedad de la tierra no se podía vender y los padres la transmitían a sus hijos o a otros parientes por falta de descendencia, cuando sentían que había llegado su última hora.

Algo similar ocurría cuando se cometía un homicidio, ya que el autor debía compensar el hecho con bienes a satisfacción de los familiares de la víctima, y en caso contrario se convertía en su esclavo.

Estos mercados eran atendidos por mujeres, y a ellos no podían ingresar varones de la misma población, salvo jóvenes que nunca hubiesen tenido relaciones sexuales.

Los españoles tuvieron un enfrentamiento con los indígenas que habitaban en la margen oriental del golfo, posiblemente los de Orotina, y se retiraron.

Sin embargo, pronto se hizo evidente que la mencionada comunicación interocéanica no existía.

El dominio castellano produjo grandes y muy negativos cambios en la vida de las sociedades indígenas del territorio, cuyas formas culturales propias empezaron gradualmente a desaparecer.

Los patrones de asentamiento indígenas fueron desarticulados casi por completo, ya que se obligó a las poblaciones a congregarse en pueblos llamados reducciones, trazados según los modelos españoles, y esto produjo la pérdida de costumbres y tradiciones en todos los órdenes.

Aunque en las reducciones solo podían residir indígenas, la aculturación de las comunidades autóctonas, agravada por el descenso demográfico, fue quizá más rápida y profunda que en otros territorios mesoamericanos.

Este fenómeno se dio inicialmente en la margen oriental del golfo, en territorios bajo jurisdicción de Costa Rica.

Estas haciendas, cuyos propietarios generalmente residían en Nicaragua o en el Valle Central de Costa Rica, utilizaron principalmente mano de obra asalariada en dinero o en especie, aunque siempre en número muy exiguo.

En 1836 Guanacaste fue invadido desde Nicaragua por un grupo de exiliados costarricenses, dirigidos por el coronel Manuel Quijano y García.

Como cabecera fue designada Siete Cueros, a la cual se le dio el nombre de Filadelfia, en homenaje al militar Filadelfo Soto.

En el siglo XX se crearon nuevos cantones: Abangares (1915), Tilarán (1923), La Cruz, Nandayure y Hojancha (1971).

En su lugar colocó pequeños trenes en las cercanías de Las Juntas, apenas para sacar el oro.

Este decreto ha sido reiteradamente objetado por los guanacastecos, quienes han pedido insistentemente que se devuelvan esos territorios a su provincia; sin embargo, permanecen todavía hoy como parte de Puntarenas.

Ha habido algunas iniciativas en la Asamblea Legislativa de Costa Rica para restablecer la situación anterior al decreto, pero ninguna se ha materializado.

Si bien no hubo batallas trascendentales en Guanacaste durante la Guerra Civil de 1948, sí hubo enfrentamientos locales, entre ellos varias explosiones en el cuartel militar de Liberia que dejaron varios muertos.

Dada la guerra civil en 1948, Somoza invadió Costa Rica tanto por Guanacaste como por la Zona Norte.

Así Guanacaste quedó conectada con el resto del país con este importante carretera, y le dio aún más hegemonía a Liberia como punto estratégico de desarrollo.

En 1973 llega la Universidad de Costa Rica a Liberia, y poco después se hizo un recinto en Santa Cruz.

También se han afincado en la provincia universidades privadas, tales como la Latina, Earth, Invenio, Autónoma de Centro América, San Marcos, y otras.

El Reino de Nicoya en el siglo XVI .
Iglesia colonial de Nicoya (1644)