La siguiente ciudad en tener metro fue Nueva York, cuya línea más antigua, que estaba totalmente separada del tráfico, la West End de la BMT, estuvo en uso desde el mismo año que el Subterráneo de Londres: 1863.
A partir del siglo XX comenzó la expansión por Latinoamérica, Oceanía, África y Asia, donde el crecimiento ha sido más grande en los últimos años.
El humo se acumulaba en los túneles, lo que dio lugar a propuestas para construir ferrocarriles neumáticos o remolcados por cable para superar este problema entre 1863 y 1890, aunque ninguna tuvo éxito.
Presentaba un extenso sistema de ramales suburbanos hacia el noroeste (que se extendía hacia el campo contiguo), el oeste, el suroeste y el este que se completó en su mayor parte en 1904.
Estos sistemas finalmente se convirtieron en parte del Metro de Londres.
Dado que los túneles eran tubulares, el término "tubo" finalmente se convirtió en sinónimo del metro de Londres.
El único ferrocarril eléctrico elevado del Reino Unido se inauguró en 1893 en Liverpool.
El Liverpool Overhead Railway fue el cuarto sistema de metro del mundo y el primer ferrocarril elevado completamente formado del mundo en operar trenes eléctricos desde el principio.
[5] El LOR fue demolido en 1957 y Liverpool cuenta hoy con una red ferroviaria urbana parcialmente subterránea conocida como el Merseyrail.
Este sistema se expandiría a 14 líneas antes de la Segunda Guerra Mundial.
El primer ferrocarril elevado del Metro de Nueva York abrió en 1878, siendo gestionado por la Manhattan Railway Company.
La corporación Brooklyn-Manhattan Transit (BMT) abrió su primera línea elevada en 1885 y se expandió al servicio subterráneo en 1908.
El Metro de Chicago abrió su primera línea elevada en 1892, e inauguró el servicio subterráneo en 1943.
Las ciudades de Filadelfia (con la SEPTA, que abrió en 1907) y Boston (con la MBTA, que abrió en 1901) también construyeron ferrocarriles elevados; pero finalmente la última línea elevada de la MBTA cerró en 1987.
[14] Los primeros proyectos para un metro en Argentina se remontan a 1886, cuando una casa comercial solicitó al Congreso de la Nación construir un "tranvía subterráneo" entre la Estación Central del Ferrocarril (que se hallaba junto al ala norte de la Casa Rosada) y la Plaza Once.
Estos dos ferrocarriles estaban planeados para tener doble vía y luz eléctrica.
Por este motivo, los proyectos posteriores se presentaron directamente al mencionado ministerio.