Inmaculada Concepción (Iglesia de San Andrés)

Ambas nos parecen anteriores a la "Cieguecita" y probablemente cercanas al ciclo escultórico de S. Isidoro.

[4]​ También hay conflicto en lo relativo a la datación de la imagen, encuadrándose la obra en hasta tres etapas distintas.

Destacan principalmente una boca pequeña, unos ojos casi cerrados y un mentón muy marcado, todo ello delimitado por una melena ondulada que cae sobre los hombros.

Los brazos, flexionados y con ambas manos en actitud orante (tan juntas que las palmas llegan a tocarse), muestran un desplazamiento muy leve, casi imperceptible, hacia el lado izquierdo; posteriormente Montañés triunfaría con La Cieguecita al acentuar este desplazamiento.

Montañés no se arredró ante la dificultad de traspasar a la madera ese audaz grafismo plástico».

Talla de la Inmaculada de El Pedroso, por Juan Martínez Montañés (1606-1608).