Juan III Rizocopo (en latín, Ioannes Rizocopus) fue un exarca de Rávena entre 710 y 711.
Tras la restauración en el trono del emperador bizantino Justiniano II, este envió una fuerza militar para atacar Rávena.
[2] Al poco tiempo, Juan sería nombrado exarca de Rávena, dirigiéndose con sus tropas leales a Nápoles, donde se encontró con el papa Constantino que había sido convocado por el emperador, y por no disgustarle, accedió a una reunión en Constantinopla.
Posteriormente, Juan se dirigió a Rávena pasando por Roma, donde 'cortó las gargantas' de varios altos funcionarios papales, según el Liber Pontificalis.
[3] No ha sido posible determinar si su muerte se debió a una enfermedad o a una revuelta de los ravenenses, aunque esto último es lo más probable, dado el envío posterior de una expedición punitiva.