Teofilacto fue un exarca eunuco de Rávena entre 702 y 710, sucediendo a Juan II Platino.
Los soldados locales le amenazaron, pero Juan logró evitar que la situación degenerara.
[2] Esta hostilidad puede deberse a sus responsabilidades en la administración financiera, un tema espinoso en el origen de las tensiones entre Constantinopla e Italia.
[5] Aunque Teofilacto aparentemente no fue víctima de la catástrofe, tuvo poco control sobre la situación, y el exarcado se debilitó severamente.
[6] Finalmente, Teofilacto fue sucedido como exarca de Rávena por Juan III Rizocopo en 710.