Lino Murillo

[3]​ En Oña fue después profesor de Sagrada Escritura.

En 1906 ocupó el mismo puesto en el seminario de Madrid[4]​ y en 1909 pasó al Pontificio Instituto Bíblico de Roma.

[5]​ Fue redactor de la madrileña revista Razón y fe desde sus primeras publicaciones.

[5]​ También colaboró en la revista Bíblica de Roma.

[2]​ Gran estudioso de la Biblia, Juan Marín del Campo afirmó que el Padre Murillo era, junto con el Padre Juan María Solá, uno de los dos escriturarios españoles más sabios que había conocido.