Lorenzo Lotto
Lorenzo Lotto (Venecia, hacia 1480 - Loreto, 1556) fue un dibujante, pintor e ilustrador italiano, tradicionalmente enmarcado en la escuela veneciana.
A lo largo de su vida trabajará en Treviso (1503-1506), las Marcas (1506-1508), en Roma (1508-1510), Bérgamo (1513-1525), en Venecia (1525-1549), Ancona (1549) y finalmente como hermano laico franciscano en Loreto (1549-1556).
Esta influencia es evidente en su pintura La virgen y el niño con San Jerónimo (1506) (Galería Nacional de Escocia, Edimburgo).
La competición hubiera sido demasiado dura para un pintor joven, con nombres establecidos como Giorgione, Palma el Viejo y ciertamente con Tiziano.
El cuadro Alegoría de la virtud y el vicio tenía como finalidad ser una cubierta alegórica del retrato (1505; hoy en el Museo e Gallerie Nazionali di Capodimonte, Nápoles) del obispo que había sobrevivido a un intento de asesinato.
El cuadro San Jerónimo en el desierto (1500 o 1506) (Louvre, París) muestra su juvenil inexperiencia como dibujante, a pesar de que el dramático paisaje rocoso contraste con la roja prenda del santo.
Esto ocurrió probablemente porque había imitado el estilo de Rafael, una figura ascendente en la corte papal.
(hoy en la Pinacoteca Comunale, Recanati) y un fresco, San Vicente Ferrer para la iglesia de Santo Domingo.
Desarrolló el concepto del retrato psicológico, revelando los pensamientos y emociones de sus personajes.
Este retablo fue encargado por el conde Alessandro Martinengo-Colleoni, nieto del famoso condotiero Bartolomeo Colleoni.
En el mismo fresco retrata a Cristo con viñas brotando de sus manos, ilustrando las palabras del Nuevo Testamento: "Soy la vid, vosotros las ramas" (Juan 15-5).
Son en su mayoría temas religiosos y píos, como Madonnas o una Deposición, usadas para rezar en casa.
Lorenzo Lotto estuvo primero en el monasterio dominico de los Santos Juan y Pablo.
Después de unos meses, tuvo que abandonarlo por entrar en conflicto con fray Damiano Zambelli, también artista.
Después pasó unos siete años en las Marcas (Ancona, Macerata en Jesi), regresando a Venecia en 1540.
Desde luego, no se le tuvo en tan buen concepto en Venecia como en las otras ciudades en las que trabajó.
Esto puede atribuirse al hecho de que su obra permanece en iglesias menos conocidas o en museos provinciales.
