Gallego embarcó en Manila rumbo a Baler a principios de 1898, donde llega en febrero, junto al comandante del destacamento, el teniente Juan Alonso Zayas, el teniente Saturnino Martín Cerezo y el recién nombrado gobernador civil y militar del distrito el Príncipe, el capitán de infantería Enrique de las Morenas y Fossi.
A pesar de que entre Baler y Manila apenas había 100 kilómetros, las comunicaciones por tierra eran prácticamente inexistentes, siendo el barco el medio habitual para la recepción de mercancías y noticias.
Los españoles, se refugian en la iglesia del pueblo por ser el edificio más sólido y defendible en caso de prolongarse la situación, que, finalmente, duró 337 días.
[3] Fue enterrado en el cementerio de Requena en la Sección 6, Fila 3, número 16.
Además de las condecoraciones recibidas, a Loreto Gallego le fue dedicada una calle en Requena.