Manuel Ibáñez Posada

Manuel junto con Luis, su hermano menor, dejó su pueblo natal desde la adolescencia para irse, como tantos otros asturianos, a buscar fortuna en América.

[1]​ Como todos los que iban, hacían fortuna y regresaban a su lugar natal, Manuel Ibáñez fue un indiano.

Manuel llegó a México en el contexto del ascenso de los grupos liberales.

A su llegada se refugió como cajero en el Almacén Mendoza y Sobrino propiedad de sus paisanos Manuel Mendoza Cortina (1817-1867), de quien después se haría concuño, y Faustino Sobrino (1827-1900).

Los que llegaban con más recursos se establecían en alguna ciudad del país donde se dedicaban al comercio representando a alguna casa fuerte de España y por último los de la élite quienes ocupaban puestos privilegiados.

Este tipo de casas de giro tuvieron un papel importante en la expansión del comercio y del crédito en lugares donde había pocos bancos o ni siquiera había.

Así, fueron sus clientes desde el ayudante de tendero hasta los grandes capitalistas.

En 1884, producto de las necesidades de la época y la visión y apoyo del presidente Manuel González y Edouard Noetzlin, representante del Banco Franco Egipcio de capital franco-suizo, el Mercantil Mexicano se fusionó como su contemporáneo, el Banco Nacional Mexicano.

Un Indiano en 1851, según representación de Los españoles pintados por sí mismos .
Entrada de la fábrica de San Fernando, que hoy es una escuela.
Banco Hispanoamericano, hoy Santander Central Hispano Americano, en Madrid.
La Quinta Guadalupe, hoy casa indiana de Colombres, Asturias, construida con capital de Manuel Ibáñez e Íñigo Noriega.