María Mijáilovna de Rusia

El gran duque no había tenido ningún hijo varón, pero sin embargo mostró a sus hijas desfiles y maniobras militares, alegando que cualquiera de ellas hubiera estado capacitada para poder mandar un regimiento de caballería.

Acompañada por sus dos hijas mayores, María e Isabel, la gran duquesa Elena Pávlovna (el nombre que tomó Carlota después de su conversión a la Iglesia ortodoxa rusa) visitó las cortes europeas, en busca de posibles cónyuges para las dos duquesas.

María sería considerada como potencial novia para el príncipe heredero de Baden (futuro gran duque Luis II).

Después de varias estancias en algunas capitales europeas, Elena Pávlovna y sus hijas llegaron a Viena.

Su madre, desgarrada por el dolor, no pudo acompañar a su hija en su lugar de descanso final.