[1][2] La denominación del marquesado alude a la Torre de Figueroa en Galicia, antiquísimo solar del que provinieron las líneas más principales del linaje de Figueroa y cuya propiedad se ha transmitido hasta hoy en los titulares de esta dignidad.
El concesionario del decreto falleció hacia 1678 sin haber titulado efectivamente por la merced.
[21] Sucedió en el marquesado de la Atalaya al morir sin descendencia su hermano José, concesionario de la merced, aunque la media annata por esta sucesión no se pagó hasta 1737.
[36] Era aún niño cuando murió su padre y empezó a llamarse vizconde de Fefiñanes, aunque no tituló por esta merced hasta 1784.
A raíz de ello se añadió los apellidos Lanzós y Novoa, que imponía este mayorazgo.
Y en 1786 sucedió en los marquesados por muerte de su abuelo.
Fue un fogoso escritor político, ilustrado y realista, partidario de Godoy.
Por haber fallecido la anterior sin prole supérstite en 1838, se entabló un pleito por la sucesión.
Dejó una importante obra literaria como periodista, orador, poeta y autor de novelas costumbristas en la línea del naturalismo cristiano.
[79] En 1935 asistió en Roma a la boda del príncipe Don Juan con Doña María.
Y en 1962, como representante de los monárquicos gallegos, se halló en Atenas en la del príncipe Don Juan Carlos y Doña Sofía.
Como antecedente remoto, en 1272 se documenta al abad del monasterio de Osera entregando dos casales en «Vilar de Torre de Esperante», con otros bienes, a Pedro Fernández Saco y a María Lourenza, su mujer.
Se accedía mediante una escalera exterior, que aún existe, y en sus últimos tiempos de uso debía de estar cubierta a cuatro aguas.
El grosor de los muros varía según la altura: un metro veinte en la base, un metro en la segunda planta y ochenta centímetros en la tercera.
La fachada principal está desplomada totalmente, pero siguen en pie las otras tres.
En ellas se abren primorosas ventanas geminadas, que han perdido el parteluz, y que al interior presentan los típicos parladoiros o cortejadoras, protegidos por arcos escarzanos.
En la tercera planta conserva los restos de una chimenea.
En 1543 Rodrigo iba a ausentarse y suplicó al arzobispo Ávalos que hiciese merced de dicho juzgado a su hermano menor Alonso López de Lemos, a quien dejó por curador de sus bienes.
De este matrimonio nacieron dos hijas que desposaron con nobles asturianos.
El origen de estos Lemos, en J. L. Lamigueiro, «López de Lemos (ss. XII-XVII)» en su antigua web XenealoxiasdoOrtegal.net, archivada (2021) en la Wayback Machine.
Un año antes habían ingresado en la misma sus hermanos menores José Frutos y Joaquín.
Fue senador del Reino electo y vitalicio (su ficha), gran benefactor del Museo Naval, y desde 1831 poseyó los mayorazgos de los Caamaño.
Enrique Díez-Canedo Reixa, «Joaquín Caamaño Pardo», en el Diccionario biográfico español (Real Academia de la Historia, en red; en la ed.
Joaquín era el inmediato sucesor de Rafael en los mayorazgos familiares, según declaraba este en 1834 (Acuña Rubio, p. 202).
José Frutos Caamaño y Pardo de Cela (n. 1772), gemelo del anterior, también rindió pruebas tres veces, pues fue seminarista en Vergara, caballero del mismo hábito (1778) y guardia marina desde 1788 (n.º 3.371, v. IV, p. 222).
El padre de todos ellos, Vicente Caamaño y Gayoso, citado en el texto, nació en Santiago en 1723, perteneció a la Orden de San Juan desde 1726 (Índice de Rafal y Vallellano, p. 44), fue alistado como guardia marina en 1740 (n.º 695, v.
Ha sido biografiado por Antonio Meijide Pardo, Juan José Caamaño y Pardo (1761-1819), Conde de Maceda: ilustrado y economista ferrolano (La Coruña: Fundación Conde de Fenosa, 2001).
Álvaro tomó posesión de ambos escaños pero optó por el asturiano, renunciando el gallego en favor de su hermano Juan, que después lo revalidaría en cinco elecciones más.
Pero su hijo Juan Armada y Losada, x marqués de Figueroa, volvió a ser diputado por la provincia de La Coruña durante la Restauración, reiteradamente elegido por los distritos de Puentedeume y la capital, como en su lugar se dirá.
Véase en el citado Índice del Congreso el historial del conde de Revillagigedo, y en especial las elecciones de 1857 en Gijón y en Santiago.