Masacre de Monroyo

A la vez, el exilio republicano en Francia se vio sorprendido por el estallido de la Segunda Guerra Mundial, y al producirse la ocupación del país galo por las fuerzas del Eje, muchos excombatientes pasaron a engrosar las filas de la resistencia francesa, considerando aquella lucha un preludio de la batalla por la liberación de España.

Así, se incrementaron las actividades del maquis y se lanzó en 1944 la invasión del Valle de Arán, que pese a su fracaso no hizo decaer la moral de las partidas que organizaban los anarquistas, el Partido Comunista de España y el Partido Socialista Obrero Español.

Dos días después, la Guardia Civil irrumpía en el domicilio de Josefa Bayod –o Bayot– Ribas ante la sospecha de que su esposo e hijo, guerrilleros ambos, solían pernoctar en la casa.

Allí, hicieron descender del vehículo a los prisioneros y los fusilaron en una cuneta de la vía.

Personados allí los guardias, ordenaron a un jornalero que llevase en su carro los cuerpos hasta el cementerio parroquial de la localidad, donde al día siguiente fueron depositados en una fosa común ya excavada por parte de unos vecinos.

Finalmente, en noviembre de 2007 comenzó una excavación desarrollada por el Grupo Arqueolab en virtud de una moción aprobada por el pleno del Ayuntamiento, si bien la búsqueda resultó infructuosa al no hallar resto alguno en los dos lugares señalados por testimonios directos.

El Gobierno civil había respondido haciendo referencia a una fosa común con 14 individuos en el cementerio de Monroyo, observando la imposibilidad de identificarlos o siquiera individualizarlos.

Áreas de actuación del maquis.