Los complejos arquitectónicos se localizan en una amplia porción del territorio hidalguense, ya sea la región Huasteca, la sierra Gorda, así como las sierras Alta y Baja, el valle del Mezquital y la región de los llanos de Apan.
[3] Las principales construcciones franciscanos son los conventos edificados en Tecozautla, Huichapan, Alfajayucan, Tepetitlán, Tlahuelilpan, Atotonilco de Tula, Tula de Allende, Tepeji del Río, Tulancingo, Zempoala, Tepeapulco y Apan.
[4][5][6] Las principales construcciones agustinas son los conventos edificados en Ixmiquilpan, Mixquiahuala, Actopan, Tezontepec, Epazoyucan, Acatlán, Atotonilco el Grande, Tutotepec, Metztitlán, Molango, Xochicoatlán, Tlanchinol, Huejutla, y Chichicaxtla.
[4][5][6] El principal periodo constructivo tiene lugar en el siglo XVI con una combinación de estilos arquitectónicos como: el Plateresco, el Gótico, el Románico y el Renacentista.
[3] Para el siglo XX pasaron a albergar museos y centros de cultura.
[11][13][14] Las fundaciones agustinas incluyeron Molango (1538); Xochicoatlán (1538); Mixquiahuala (1539); Epazoyucan (1540); Singuilucan (1540); Huejutla (1545); Actopan (1550); Ixmiquilpan (1550); Villa de Tezontepec (1554); Acatlán (1557); Chichicaxtla (1557); Tutotepec (1560); Chapulhuacán (1560); Tlanchinol (1569); Zacualtipán (1572); y la Lolotla (1563).
[12][15] Los franciscanos y los agustinos fueron las principales órdenes mendicantes, que desarrollaron actividades en Hidalgo.
[16] El límite chichimeca en la sierra Gorda recibió la influencia de franciscanos, agustinos y dominicos.
[16] Los conventos construidos en la denominada frontera chichimeca, fueron fundaciones monásticas virreinales enclavadas en los territorios donde imperaban pueblos nómadas, exhiben peculiaridades arquitectónicas que los diferencian de construcciones religiosas del mismo tipo.
[19] Al finalizar el siglo XVII los misioneros trataban de establecerse auxiliados por escoltas militares.
Para finales del siglo XX varios complejos pasaron a albergar museos y centros de cultura.
[10] Las misiones de ocupación son las que conforman una red estrecha en torno a un centro, como Actopan o Ixmiquilpan.
[10] La arquitectura monástica novohispana del siglo XVI, estuvo ajustada en lo general a la llamada “Traza moderada”; sus establecimientos estaban conformados por espacios públicos y privados.
[35] Los conventos construidos en la denominada frontera chichimeca, exhiben peculiaridades arquitectónicas, debido una adaptación al medio hostil en que fueron construidos, pues de esa manera podían resistir mejor los embates de los nómadas.
[16] Arquitectónicamente, tienden a definir un carácter cerrado y defensivo, los conventos pueden poseer las celdas del convento sobre la nave principal del templo;[16] reducción significativa en la dimensión espacial;[16] superposición de etapas constructivas debido a que se hayan dado de manera rápida y consecutiva;[16] y el abandono temprano de construcciones monásticas.
[44][45] Su fachada muestra una portada de estilo plateresco con su arco, jambas y chambrana completamente decorados con motivos vegetales.
La fachada tiene tres elementos: la portada, la ventana del coro y una cruz en la parte superior.
[52][53] El templo conserva en su interior restos de pintura mural con escenas religiosas, al igual que en los muros del convento anexo.
[62] La fachada lateral con tres elementos: la portada, la ventana del coro, un nicho arriba de ésta.
[71] Su interior está distribuido por un arco triunfal, y su bóveda cuenta con unas nervaduras ornamentales, entre las cuales existen motivos elaborados durante el siglo XIX.
[71] La capilla de la Tercera Orden, se caracteriza por su fachada poniente, su portada cuenta con dibujos geométricos transformados en orlas vegetales.
[71] El claustro es modesto en apariencia, y se encuentra adosado a la capilla de Guadalupe.
[78] El claustro alto y bajo tienen cinco arcos de medio punto, las columnas son toscanas.
[80][81] El estilo es un neobarroco estilizado; la planta es de cruz latina y en el crucero tiene una cúpula.
[82][85] De estilo plateresco, el templo, el convento y la capilla abierta se desplantan sobre una plataforma con escalinata frontal.
[88][89] La capilla abierta está junto a la fachada y su arco muestra un tallado de gran influencia indígena.
[109] Al interior se divide en cuatro secciones de bóveda a las que se suman la cúpula del presbiterio y una pequeña capilla abierta, ubicada al sur de la nave.
[109] Dentro del templo hay un gran friso de pintura mural que fue terminado hacia 1572, cuyo tema central es un combate.
[116][117] La iglesia presenta tres entradas desde el exterior, dos en su fachada larga, hacia la plaza, y una a los pies del templo, desde el atrio.
[120] La zona del edificio que está en ruinas corresponde al lado poniente hacia la barranca, el resto conserva las bóvedas de medio punto en su techumbre.