Este fuerte es el último puesto militar antes del Fortín El Tío en Córdoba, unos 120 km al oeste.
En 1821 el viajero inglés Alexander Caldcleugh[1] relata haber alcanzado el fuerte viniendo desde El Tío gracias a un baqueano que lo hace viajar de noche para evitar el contacto con los indios.
Sigue siendo un distrito mencionado en los registros provinciales, aparentemente funciona una escuela y se nombra un juez pero desaparece a inicios del siglo XX.
Su población pudo integrarse a las estancias que Thomas Armstrong y otros inversores formaron en la segunda mitad del siglo XIX o desplazarse a San Martín de las Escobas, primera colonia del departamento y probablemente a Cañada Rosquín que es la localidad más cercana y se ubica unos kilómetros al oeste.
La fauna original se ha repuesto a partir de la reserva natural "Fundación Wildermuth" ubicada inmediatamente al norte.