Su diseño varió de las dos primeras unidades, Kiev y Minsk, estando más orientado a acciones ofensivas como crucero de misiles guiados y guerra antisubmarina.
Después de unos ocho días, la fuerza naval viró hacia el noroeste y se dirigió a las Islas Kuriles, simulando un ataque contra la Unión Soviética.
Mientras el grupo del Novorosíisk realizaba la aproximación al archipiélago desde 700 millas náuticas, varios Tupolev Tu-95 realizaban acciones de reconocimiento marcando objetivos para una veintena de Tupolev Tu-22M.
En 1995, lo que quedaba del Novorosíisk, poco más de una urca o pontón, tenía serios daños tras un incendio en la sala de máquinas dos años antes.
Se decidió su venta para desguace, llevada a cabo en 1996 en Pohang, Corea del Sur.