Los psicólogos evolucionistas buscan comprender los procesos cognitivos, en este caso las creencias y el comportamiento religioso, por las funciones adaptativas que están destinados a cumplir.
Justin L. Barrett, colega de Boyer, sugiere en Why Would Anyone Believe in God?
Hay acuerdo general entre los científicos sobre el hecho de que una propensión a involucrarse en comportamientos religiosos evolucionó tempranamente en la historia humana.
La otra considera que las creencias y conductas religiosas habrían aparecido como subproductos de otros rasgos adaptativos sin ser originalmente seleccionadas por sus beneficios evolutivos intrínsecos.
Richard Sosis y Candace Alcorta han reseñado las teorías prominentes sobre el valor adaptativo de la religión.
Gould y Richard Lewontin compararon tales rasgos a las enjutas, "un término arquitectónico para los espacios sobrantes entre elementos estructurales de un edificio".
[5] Otros investigadores han propuesto procesos psicológicos específicos que pudieron haber sido cooptados para el comportamiento religioso.
[7] Numerosas características del comportamiento ritual, generalmente un aspecto esencial de la religión, son sostenidas para lograr disparar este sistema.
Este mecanismo conferiría un beneficio en la supervivencia aun cuando resulte sobre-sensitivo: siempre es mejor evadir un predador imaginario que ser asesinado por uno real.
[8] Richard Dawkins ha sugerido en El gen egoísta que las unidades de evolución cultural funcionan como los genes en la medida en que están sujetos a procesos de selección natural; llamó a estas unidades "memes".
[11] En un grupo suficientemente grande, algunos individuos aparecerán como mejor calificados o más hábiles que otros para llevar a cabo estos rituales y se convertirán en especialistas.