Reino Unido del Río de la Plata, Perú y Chile

El imperio estaría bajo dirección de un emperador hereditario llamado Inca para apaciguar a las etnias indígenas y tendría una legislatura bicameral.

Este nuevo Estado Federal se extendería desde el río Misisipi por el norte hasta el cabo de Hornos por el sur, teniendo como capital a Panamá.

Sólo sería bien aceptada una monarquía independiente basada en el principio de la legitimidad.

Carlos IV se negó a continuar las negociaciones, pues su conciencia le mandaba no hacer nada que no fuera favorable al legítimo rey de España, el restaurado Fernando VII de España a quien creía necesario consultar.

Al final las negociaciones fracasarían porque, a juicio del monarca Fernando VII de España, el proyecto podía alterar la tranquilidad de las demás posesiones españolas en América, impidiéndoles la legitimidad política.

Finalmente la intentona fracasó y los planes monárquicos de la región quedaron en la nada.

Los delegados porteños manifestaron su rechazo total a la delirante idea, casi sin ser escuchados.

El Congreso de Tucumán finalmente decidió rechazar el plan del Inca, creando en su lugar un estado republicano y centralista.

Ningún otro lugar, a su entender, parecía más apropiado que Panamá para reunir ese congreso.

Sus reflexiones le llevaron a la conclusión de que para alcanzar la independencia definitiva se debía derrotar totalmente a los españoles para impedir que realizaran acciones de reconquista.

Ya en 1818, la situación del Ejército español en Venezuela se tornó insostenible y Morillo se vio obligado a retirar algunas de sus fuerzas de la Nueva Granada para intentar contener a Bolívar.

Por eso, Sucre gobernaba en la primera mientras Bolívar intentaba imponer el plan en Lima.

Se esperaba que Sucre negociaría con los peruanos para sumarlos a la Federación.

Una vez asentada la constitución del Libertador en Bolivia se debía seguir con Perú y finalmente con Colombia.

Hacia 1835, intrigas políticas provocaron levantamientos y divisiones en el Perú, imperando el caos.

Para refrenar los intentos revolucionarios del mariscal Agustín Gamarra en el sur, el presidente Luis José de Orbegoso se dirigió al Cuzco.

Buscando consolidar su gobierno, el golpista Salaverry marchó al sur para combatir a Santa Cruz, que al frente de un numeroso ejército, a solicitud de Orbegoso, había cruzado la frontera peruano-boliviana.

Esta idea no prosperó debido a los cambios históricos producidos por la batalla de Caseros en 1852.

Simón Bolívar , presidente de la Gran Colombia
Localización de la Gran Colombia