Retablo mayor (Iglesia de Nuestra Señora del Castillo de Fuente Obejuna)

[3]​ En el retablo, que está decorado en estilo a candelieri, hay dieciocho hornacinas cuadradas y típicamente platerescas rematadas por veneras,[3]​ que fueron ya empleadas por otros escultores como Damián Forment, aunque en ellas también aparecen cabezas aladas y rosetas en sus enjutas.

[8]​ Y Rivera Mateos ya advirtió que si se empezara a contemplar el retablo desde el lado del Evangelio al de la Epístola y desde el cuerpo superior al inferior,[9]​ como tal vez estuvieran ordenadas en un principio,[8]​ las escenas serían las siguientes:[9]​ Actualmente la disposición que tienen las diecisiete escenas mencionadas anteriormente en el retablo es la siguiente:[20]​ La parte central del remate está mutilada en la actualidad,[3]​ y a principios del siglo XX, según pudieron apreciar algunos autores en una fotografía de la época, el retablo estuvo rematado por dos ángeles en posición sedente que sostenían una cruz[21]​ y por unos paneles semicirculares que imitaban las veneras de las hornacinas del mismo y que constituían, en palabras de Rivera Mateos, una «torpe decoración decimonónica».

[25]​ La Virgen aparece en pie y sosteniendo con su brazo izquierdo al Niño Jesús,[20]​ cuyo rostro aparece casi a la altura del de su madre,[24]​ mientras que en la derecha porta un cetro y no la fruta tradicional con la que algunos autores, como Rafael Ramírez de Arellano, la contemplaron a principios del siglo XX.

[23]​ La imagen perdió su policromía original por haber sido pésimamente restaurada en el siglo XVIII,[23]​ y algunos autores han afirmado que esa restauración fue muy perjudicial para ella,[25]​ ya que quedó mal estofada, y que en 1956 fue restaurada nuevamente y con mayor fortuna,[20]​[d]​ aunque conviene señalar que precisamente en ese año, y siendo párroco Miguel Castillejo:[25]​ Las coronas y el cetro de plata del tesoro parroquial fueron colocadas nuevamente en la imagen de la Virgen por deseo del párroco Miguel Castillejo, y tras haber sido restaurada en los talleres que Rafael Díaz Peno poseía en Córdoba, la escultura fue llevada nuevamente a Fuente Obejuna en un furgón de alta seguridad, donde la aguardaban los vecinos de la localidad, que habían alzado sobre una carreta de bueyes una «capilla» improvisada engalanada con flores para llevarla en procesión hasta la iglesia de Nuestra Señora del Castillo.

[27]​ Pero entonces se planteó el problema de dónde debía colocarse la imagen, ya que había constancia de que en décadas anteriores debió estar colocada ante la capilla mayor y en un «estrado móvil», según Gahete Jurado.

Relieves de San Pedro y San Pablo en el retablo mayor.
Vista general de la iglesia de Nuestra Señora del Castillo de Fuente Obejuna.
Altar mayor y presbiterio de la iglesia de Nuestra Señora del Castillo.
Parte inferior del retablo mayor y presbiterio de la iglesia de Nuestra Señora del Castillo.
Imagen de Nuestra Señora del Castillo.