[3] El teólogo luterano Johann Albrecht Bengel dice que Pablo «refiere todas las cosas a la fe».
Debido a esto, la cuestión de los alimentos permitidos o prohibidos adquiría importancia práctica.
Sin embargo, no parece que estos grupos formaran facciones como en Corinto.
Enseña que los cristianos deben considerar las circunstancias del prójimo (Romanos 14,1-12), evitar escándalos (14,13-23) y seguir el ejemplo de Cristo (15,1-13), acogiendo a los demás con comprensión.
[11] Pablo ofrece argumentos teológicos para sostener la caridad y la libertad entre hermanos: ningún cristiano vive o muere solo para sí mismo, sino para Dios, a quien todos deberán rendir cuentas (Romanos 14,7-12).
Este principio subraya que la vida y la muerte del creyente están en las manos de Dios.
Por eso es esencial educarla según la voluntad de Dios y corregir los errores lo antes posible.