Segundo combate naval de Iquique

En el Perú no hay documentos ni pruebas que certifique un ataque torpedero.

[2]​ El transporte chileno avistó al buque peruano y se le intimó la rendición, pero el capitán del Matías Cousiño, teniendo presente las instrucciones de su propietaria, le contesta que no está autorizado para arriar la bandera chilena y emprende la huida.

Cerca ya el Huáscar de la Magallanes, combatieron fusilándose a ciegas.

Debido a la mala puntería de los tiros, Grau decidió utilizar el espolón del Huáscar para hundir a la Magallanes, pero la cañonera chilena era muy maniobrable y fue bien conducida por el capitán Latorre, evitando el espolón del Huáscar en varias oportunidades; la más cercana fue la última, que pasó a 10 metros de la popa.

Cuando este estaba a 2 mil metros de la escena del combate el Huáscar hizo rumbo al norte para evitarlo.

El Abtao no estuvo presente en este combate, ya que estaba en reparaciones lejos del puerto.

En su enfrentamiento con la Magallanes, utilizó el espolón sin éxito porque la cañonera chilena era un buque bien maniobrable, que contaba con doble hélice, siendo el espolón un arma efectiva contra buques casi inmóviles, como la corbeta Esmeralda.