Sonata para piano n.º 15 (Beethoven)

[5]​ Por esta época Beethoven confesó por primera vez su sordera progresiva a dos amigos, Franz Gerhard Wegeler y Carl Amenda.

[3]​ La primera publicación de la pieza fue llevada a cabo por la editorial Bureau des Arts et d’Industrie en 1801 en Viena.

[2]​ Para Carl Reinecke el rondó final «hace pensar en sones lejanos de campanas y en murmullos del bosque».

[5]​[1]​ Su origen judío y sus afiliaciones con la francmasonería hacen de esta dedicatoria una declaración política por parte del compositor.

Las piezas pastorales exhiben rasgos como los bajos tipo bordón realizados con notas pedales sostenidas en los grados primero y quinto de la escala; las repeticiones de motivos que abarcan frases enteras; así como las ideas temáticas arpegiadas.

Un rasgo destacable de esta obra es que cada movimiento establece su propio ritmo insistente y dominante desde el principio.

Esta figura fija el ritmo ternario del movimiento y da comienzo al primer tema, que reaparece en diversas formas a lo largo de la sonata.

La mano derecha presenta el sencillo tema principal, pero después se introduce una segunda melodía más tensa en fa sostenido menor de corcheas constantes.

La sección central, en modo mayor, alterna acordes sincopados con tresillos de semicorcheas descendentes en la mano derecha, material que se retoma en modo menor en la coda.

Se abre con una sucesión de notas fa sostenido blancas con puntillo sueltas descendentes que están separadas por una octava y por un compás.

Se trata de la primera partitura en la que Beethoven incluye la indicación «ma non troppo».

El compositor encuentra nuevas variantes para cada repetición de este tema, hasta llegar a la brillante coda.

Beethoven en 1801.
Joseph von Sonnenfels, dedicatario de la pieza.