[3] Estos tríos muestran fuertes avances en ideas musicales y conceptuales en comparación con sus otras obras de cámara del mismo periodo.
Más tarde, se publicaron arreglos hechos por otros compositores de estas dos obras.
[6] La primera publicación de la pieza fue llevada a cabo por el editor Johann Traeg en 1799 en Viena.
La dedicatoria que figura en la partitura impresa es para Johann Georg von Browne-Camus, mecenas de las artes.
Asimismo le dedicó a su esposa, Anna Margarete von Browne, el Trío de cuerda, Op.
[9] Muestran una mayor complejidad en el material temático, las formas utilizadas y la sonoridad de los instrumentos del trío.
Se abre con una introducción marcada Adagio, que anuncia una música seria y de grandes contrastes.
[1][5] El segundo movimiento, Adagio, ma non tanto, e cantabile, está en mi mayor y en compás de 3/4.
Mantiene la serenidad general de la obra, aunque en la sección central el tema principal se intensifica un poco.
Tras esto el estado de ánimo regresa a su carácter más apacible y el movimiento finaliza en calma.
Allegro, está en sol mayor, en compás de 3/4 y responde a una forma ternaria modificada con dos tríos contrastantes.
Hay dos temas bastante deliciosos en la parte principal del scherzo y un cautivador trío en do mayor.
Los anteriores Finales Presto del compositor habían sido rondós pero éste rompe con la norma, adoptando un auténtico esquema de sonata-allegro.
Se inicia con un primer tema tocado en staccato en el violín, que contrasta en tonalidad y ambiente con el siguiente material temático.
El segundo tema, interpretado por el violín y la viola con acompañamiento de violonchelo, muestra una personalidad claramente distinta ocupa el centro del escenario para ofrecer un asombroso contraste.
Aquí el compositor demuestra su hábil sentido de la escritura para los tres instrumentos, aportando un brillante color e ingenio a la ajetreada atmósfera.
Después todos los instrumentos interpretan un segundo tema lírico en forte, manteniendo el ambiente jovial de la música.
Es casi como si esta melodía, interpretada con tanto énfasis por todos los instrumentistas, se presentara como el verdadero comienzo de la obra.
Un tercer tema, marcado como dolce, de carácter más comedido pero también algo juguetón se presenta para completar la exposición.
El desarrollo emplea los tres temas de forma imaginativa y concluye con el violonchelo tocando en su parte más aguda.
En este punto un relato sutilmente velado de la melodía inicial se da para lanzar la recapitulación.
Tras el material introductorio, se escucha una melodía de violín acompañada por arpegios en la viola y notas con puntillo en el violonchelo.
[2] El carácter es más bien lúdico, a pesar de algunos pizzicati ligeramente amenazadores que acompañan al tema principal.
El material se repite, aunque de forma diferente e imaginativa, y sigue una coda.
El tema principal es jovial, bastante sencillo y un tanto soso, al principio cuando el violonchelo lo interpreta tres veces seguidas.
Este trío comparte la tonalidad de do menor con varias composiciones heroicas del compositor, entre las que se incluyen la Sinfonía n.º 5 y con la más contemporánea Sonata para piano n.º 5, Op.
[2][8] El segundo movimiento, Adagio con espressione, está escrito en do mayor, en compás de 4/4 y en forma sonata con cambios.
Subyace una forma ternaria convencional de scherzo que enmarca un trío, aunque las sonoridades y el lenguaje son novedosos.
El tema principal de las secciones exteriores muestra un carácter inquieto y apresurado, típicamente beethoveniano, aunque con un matiz doloroso.
Acaba en una brillante coda cuya dinámica se suaviza gradualmente hasta convertirse en un susurro al final.