[1][2][3] Aunque existen reportes anecdóticos de perros, caballos y delfines suicidas, hay poca evidencia concluyente.
Otros perros, así como patos, también se han ahogado a sí mismos.
En el Puente Overtoun, en Escocia, según reportes, muchos perros se han provocado la propia muerte.
En 2009, 28 vacas y toros misteriosamente se lanzaron por un acantilado en el lapso de tres días.
[1][6][3] Las hormigas carpinteras y algunas especies de termitas se rompen las glándulas en un proceso llamado autotisis.
[7][8][1] Ciertos tipos de parásitos hacen que sus anfitriones se comprometan a la conducta suicida.
Los gusanos parásitos Spinochordodes tellinii se desarrollan en los saltamontes y los grillos hasta que se cultivan, en cuyo momento causarán a su huésped saltar al agua para su muerte con el fin de que el gusano puede reproducirse en el agua.
En cambio, en los mamíferos es muy poco frecuente, y solo se da en algunas especies de marsupiales.