Aunque Cobb fue considerado la mayor estrella del béisbol en su época, su legado como deportista ha sido en ocasiones eclipsado por su reputación de mal temperamento y agresividad, por el cual fue descrito en su momento por el Detroit Free Press como «atrevido al punto de la demencia».
Cuando esta vio la silueta, actuó en defensa propia, presumiendo que se trataba de un intruso.
Cobb se autopromocionaba enviando postales a Grantland Rice, el editor deportivo del Atlanta Journal con diferentes alias.
Finalmente Rice escribió una pequeña nota en el Journal diciendo que "un joven llamado Cobb parece estar demostrando un talento inusual".
En su primer turno al bate en las mayores, Cobb bateó un doble ante los New York Highlanders que después se convertirían en los Yankees.
Posteriormente atribuyó su temperamento hostil a esta experiencia: «Esos veteranos me convirtieron en un gato montés malhumorado».
[2] Al año siguiente Cobb se convirtió en el jardinero central habitual de Detroit, bateando para .318 en 98 juegos.
Terminó esa temporada con .350 de promedio, 212 imparables, 49 bases robadas y 119 carreras impulsadas.
En 1909, Detroit volvió a ganar la Liga Americana, y nuevamente falló en la Serie Mundial, esta vez contra los Piratas de Pittsburgh.
Aunque su actuación fue mala esa postemporada, en la temporada regular ganó la Triple Corona liderando en promedio (.377), carreras impulsadas (107), y nueve (9) cuadrangulares; todos dentro del campo, convirtiéndose en el único jugador en la historia en liderar la liga en el apartado de cuadrangulares, sin batear la pelota fuera del terreno de juego.
Louis Press, uno de los numerosos diarios que criticaron el engaño, escribió: «Toda St.
Louis levanta sus brazos para reclamar el deplorable espectáculo, concebido por la estupidez y ejecutado por los celos».
En 1911 llevaba una temporada típicamente buena, incluyendo una cadena de 40 juegos seguidos conectando imparables.
Tan pronto terminó la serie, un sonriente Cobb felicitó a Jackson y le deseó lo mejor.
Por ejemplo, Cobb y el árbitro Billy Evans acordaron arreglar a golpes sus diferencias respecto a una decisión de Evans durante un encuentro, siendo llevados bajo las graderías después del juego, los miembros de ambos equipos presenciando la riña, la cual acabó al ser separados.
Para 1920, Babe Ruth estaba ya establecido como el bateador de más poder en las mayores.
Cuando Cobb y Detroit se presentaron en Nueva York para enfrentarse a los Yankees por primera vez esa temporada.
Mientras la popularidad de Babe Ruth crecía, Cobb se hizo progresivamente más hostil a este.
Sentado en el dogout conversando con un cronista deportivo, le comentó a este que por primera vez en su carrera, iba a batear para pasar la pelota sobre la cerca; ese día Cobb bateó 6 imparables en 6 turnos, con dos sencillos, un doble y tres cuadrangulares.
En 1922, Cobb empató el récord impuesto por Willie Keeler de cuatro juegos con cinco hits.
Poco después, Tris Speaker también se retiró como jugador y mánager de los Cleveland Indians.
A cuenta de su contrato con Coca-Cola, Cobb se retiró como un hombre rico y exitoso.
Su otro pasatiempo era el comercio de acciones y bonos, por lo que llegó a incrementar su enorme fortuna.
Cobb siempre esperó que sus hijos fuesen atletas excepcionales, especialmente en el béisbol, Ty jr.
Cuando finalmente este le inquirió: «yo te conozco, tú eres Joe Jackson, ¿No me reconoces Joe?...»,[13] este le respondió «claro que te conozco Ty, pero no estaba seguro que tú quisieras hablarme.
McCallum llegó como casi todos a la conclusión de que Cobb era en sus mejores días una persona muy difícil, y en sus malos imposible.
De todas formas, públicamente Cobb clamaba no tener ningún arrepentimiento: "...he sido afortunado.
Esta vez su primera esposa, su hijo Jimmy y otros miembros de la familia fueron a acompañarlo en sus días finales.
John Fogerty hace mención al jugador en su canción Centerfield "So say hey Willie, tell Ty Cobb and Joe DiMaggio", dicha canción se ha convertido en un icono de los juegos de las Grandes Ligas.
En 1994, Ron Shelton dirigió una película sobre los últimos días del jugador, tomando de referencia su periplo con el escritor McCallum.