Sin embargo, no vio acción durante la guerra, ya que tanto británicos como alemanes, evitaron la confrontación directa entre sí.
Bajo los términos del tratado naval de Washington, el Delaware fue mantenido hasta que el nuevo acorazado USS Colorado fue completado en 1924, momento en que fue desguazado de acuerdo al tratado.
Los dreadnoughts anteriores estadounidenses, los clase South Carolina, habían sido diseñados antes de que las características del HMS Dreadnought fueran conocidas.
A diferencia de este último, los diez cañones del Delaware podían disparar por el costado.
Al momento de su construcción, el Delaware fue el más grande y poderoso acorazado que se estaba construyendo en el mundo.
Regresó a Hampton Roads el día 9 y permaneció ahí hasta que partió para unirse a la 1ª División de la Flota del Atlántico, el 1 de noviembre.
En 1913, realizó una visita de buena voluntad a Villefranche-sur-Mer, Francia, junto con los acorazados Wyoming y Utah.
[5] Una vez en Scapa Flow, la división se unió a la Gran Flota como el 6.º Escuadrón de Batalla.
Se le ordenó al escuadrón servir como «ala rápida» de la Gran Flota.
Mientras navegaban en la costa de Stavanger, el día 8, el Delaware fue atacado en dos ocasiones por un u-boot alemán, aunque las maniobras evasivas le permitieron escapar sin daños.
El rey Jorge V inspeccionó a la Gran Flota, incluyendo al Delaware, en Rosyth.
Cruzó el Atlántico, y arribó a Hampton Roads el 12 de agosto.
Regresó a Nueva York junto con su división el 14 de abril, donde le siguieron ejercicios adicionales con la flota.
[12] Bajo los términos del Artículo II del tratado, el Delaware, junto con su embarcación hermana North Dakota fueron desechados tan pronto como los nuevos acorazados Colorado y West Virginia, en ese momento en construcción, se unieron a la flota.