Años después el anticuario Lafora la compró y posteriormente fue adquirido por la colección del Museo Thyssen-Bornemisza.
Existen numerosas diferencias entre el boceto y el cuadro final, sobre todo los borrones y las rápidas pinceladas, típicas de Goya al manejar cuadros de pequeño formato.
Sin embargo, en el lienzo final Goya añade un árbol con ramas desnudas y los personajes aparentan tener frío.
Recientes estudios señalan que puede tratarse del albañil herido que aparece en el cuadro homónimo de la misma serie, aludiendo al decreto del rey Carlos III protegiendo a los obreros que fueren heridos en su trabajo.
Las vestiduras de los niños han sido pergeñadas con tal cuidado que se observan sensiblemente en los cordones atados del niño menor y la luz que modela los rostros de los personajes.