Acné

[2]​[3]​ Originalmente, de acuerdo con Aristóteles, los médicos griegos antiguos ocupaban el término Ίονθοι (Ionthoi) para referirse al acné.

Hasta el siglo II d. C. la palabra griega άκμή (acmé), significaba la «magnitud de una enfermedad» o una «crisis febril».

En el siglo III d. C. Cassius explica que debido a la ocurrencia de la enfermedad en la pubertad, esto es en el άκμή, la gente la llamaba άκμάς.

Al menos encontramos las siguientes explicaciones: Según la Real Academia Española, acné proviene de la palabra griega ἄχνη.

Existen escalas de graduación que varían entre cuatro y diez divisiones, incluso con subdivisiones, ocupando en algunos casos el registro fotográfico comparativo.

[17]​ Los factores asociados a un peor pronóstico incluyen un comienzo precoz, seborrea, acné del tronco y presencia de cicatrices.

Estas cicatrices son difíciles de tratar y además no es usual que consigan quitarse por completo con éxito.

Para las manchas rojas, y algunas veces posteriormente oscuras, se suele tratar mediante exfoliantes químicos que logran descamar la piel renovando las capas exteriores de la dermis y epidermis que al regenerarse lo hará de color uniforme.

Una combinación de tratamientos, puede reducir enormemente la cantidad y gravedad del acné en muchos casos.

[36]​ Ningún agente tópico por sí solo puede resolver todos los factores etiológicos implicados en la patogenia del acné, por lo que, generalmente, es necesaria una combinación de compuestos para un resultado terapéutico exitoso.

[11]​ La respuesta a los medicamentos tópicos es lenta, por lo que los pacientes deben tener expectativas realistas y mantener la continuidad de los tratamientos.

Los medicamentos tópicos deben aplicarse en toda la extensión de las áreas afectadas y no solamente donde hay lesiones visibles, puesto que en la piel aparentemente normal pueden haber microcomedones en desarrollo.

Sin embargo, los antibióticos tópicos no deben ser usados como monoterapia, sin asociarse con el peróxido de benzoílo o el zinc u otro agente anti-resistencia.

Los antibióticos usados en el tratamiento del acné que cuentan con esta característica son la clindamicina y la eritromicina.

[50]​ El tratamiento debe durar por lo menos 6 meses, y extenderse lo que sea necesario para lograr los objetivos terapéuticos.

Los efectos adversos afectan principalmente la función hepática y posteriormente otros sistemas del cuerpo.

Sin embargo, no se ha podido establecer una relación causa efecto, y este tema permanece en controversia.

[50]​[57]​ El tratamiento hormonal puede usarse combinado con medicamentos tópicos o antibióticos orales en el acné moderado a severo.

Tienen ventajas con respecto a las terapias medicamentosas en presentar menos efectos adversos, en no generar resistencia antibiótica del P acnes y en mejorar el control de la adherencia al tratamiento, sin embargo, falta definir su rol terapéutico como coadyuvante en el tratamiento del cuadro agudo o en etapas post acné.

Aunque es una terapia extensamente aplicada, se carece de revisiones sistemáticas que permitan evaluar su rendimiento.

En el caso de la exfoliación clínica intervienen diversos ácidos tales como el glicólico y el láctico, los alfahidroxiácidos, el salicílico o los betahidroxiácidos.

Sin embargo, las pruebas realizados muestran que ello podría desencadenar un aumento en la producción de grasa.

[34]​ La fototerapia, como monoterapia, no está recomendada para el tratamiento del acné comedociano, papulopustular severo ni conglobata.

[37]​ La luz azul interfiere con los factores patogénicos del acné y puede ser un buen complemento de las terapias medicamentosas.

La luz roja es menos efectiva, pero al agregar ácido aminolevulínico se produce una importante mejora en el resultado del tratamiento.

Entre los tratamientos basados en la luz, se encuentra la terapia fotodinámica que utiliza precursores de porfirina tópicos.

El tratamiento tiene efectos adversos tales como dolor y reacción fototóxica que puede durar varios días.

Al alto coste de dicha terapia se une el recelo despertado por los problemas detectados en el láser Smoothbeam, cuyos fallos en el refrigerante han llegado a provocar quemaduras severas en algunos pacientes.

El acné parece tener un significante enlace hereditario; se espera que secuenciar el ADN del genoma ayude a aislar los mecanismos del cuerpo que influyen en el acné de una forma más precisa, posiblemente llegando a conseguir un tratamiento más satisfactorio.

De todos modos, en el 2005 el secuenciado del genoma todavía no es barato y puede que tarde décadas en serlo.

Acné neonatal.
Unidad pilosebácea.
Acné con lesiones no inflamatorias e inflamatorias.