Los ojos son relativamente pequeños para su morfología, ya que, producto de la evolución, este anuro ha desarrollado dicha adaptación para poder confundir a sus depredadores respecto al factor sorpresa.
El cuerpo entero es de un color marrón muy oscuro, casi negro, y está muy comprimido lateralmente, progresivamente más delgado hacia la cola (orientación cefalocaudal).
Las escamas están incrustadas en la piel y adoptan la forma de placas delgadas.
El adulto es un temible depredador cuyos dientes, vueltos hacia dentro, impiden que la presa se escape.
Su presa favorita suele ser el Adelinæ Momloaque, la cual detecta al caer en la superficie del mar, y asciende para devorarla.