En la teología y escatología cristianas, el nombre «anticristo» se refiere a una figura que cumpliría con las profecías bíblicas concernientes al antagonista de Cristo.
[2] Comúnmente con este término se ha hecho alusión a los herejes dentro de las propias corrientes cristianas.
Solamente en la primera y segunda epístolas de Juan, en el Nuevo Testamento, se utiliza la palabra griega «anticristo».
"Porque han invadido el mundo muchos seductores que no confiesan a Jesucristo manifestado en la carne.
La conducta que Juan sugiere a la comunidad para superar estos peligros que llevan al ateísmo es el retorno al amor fraternal como lo hizo Cristo y a la ley de Dios.
El Salvador vino al mundo en la circuncisión, y vendrá de la misma manera.
¡Ay de ti, Cafarnaúm!, si te elevan hasta los cielos, porque descenderás a los infiernos».
Se presenta al anticristo en una biografía cronológica, lo que permitió una amplia divulgación de este escrito.
"[12] Hildegarda de Bingen presenta la figura del anticristo en su obra Scivias, compuesta entre los años 1141 y 1151.
Aunque no lo identifica con un personaje histórico concreto, afirma que el "Corruptor" surge del seno mismo de la Iglesia.
Digamos que el Imperio Romano aún sigue en pie, mas mudada su condición de temporal en espiritual, como dice San León Papa en un sermón sobre los Apóstoles.
"[17] En la misma época (comienzos del siglo XV), el sacerdote, teólogo y filósofo checo Jan Hus predicaba que el papa era la encarnación del anticristo, criticando a su contemporáneo: Juan XXIII (antipapa).
[20] Ambrosio Catarino, teólogo dominico, escribió una Apología contra Martín Lutero, obra que algunos consideran “el origen literario de la Contrarreforma".
En 1521, después de ser excomulgado, Lutero desarrolla más extensamente el tema en su Responsio a Ambrosio Catarino.
Su característica principal: "el carácter y distintivo propio de este cuerpo moral, no puede ser otro que solvere Jesum, active, vel pasive: no puede ser otro que el odio formal á Jesús: el oponerse á Jesús: perseguir á Jesús: procurar destruirlo, ó desterrarlo del mundo, borrando del todo su nombre y su memoria.
Mientras crea que tiene un Vicario en la tierra, ningún rey príncipe o soberano se atreverá a reclamarlo como sujeto.
"[25] León XIII, en su encíclica Humanum Genus de fines del siglo XIX, no se refiere explícitamente al anticristo, pero condena a la Masonería, por su moral "naturalista", que niega "un fin último del hombre, muy superior a todas las realidades humanas y colocado más allá de esta transitoria vida terrena".
De acuerdo con estos versículos, el número tiene una progresión creciente, o sea cada vez más abarcativa.
Con este versículo parece señalarse que el número tiene una progresión decreciente, o sea cada vez menos abarcativa.
Dice estar inspirada por el Diablo y tener la facultad de pelear contra Dios.
[40] Según muchos eruditos, Bestia se denomina a la estructura de poder totalitario (imperial).
[45][46][47] Islam En la escatología islámica, antes de la llegada del Mahdi un personaje que precede la llegada del mesías Isa (Jesús), habrá un impostor similar al que se menciona en el cristianismo, quien perseguirá a los creyentes musulmanes llamado Dajjal, devastando todos sus dominios excepto en las ciudades de La Meca y Medina.
El anticristo no es algo así como un hereje, que solo fuera de importancia para la historia eclesiástica".
"[55] La imagen moderna, reproducida en los libros de ficción y en las películas, surge en gran parte de la obra del escritor ruso Vladímir Soloviov: Tres conversaciones y el Breve relato sobre el anticristo (publicado en 1900).
Su fama crece en todo el mundo y luego –en premio a su capacidad– es elegido nuevo "Emperador Romano" con una potestad de alcance universal.
El nuevo señor del mundo es definido como un "filántropo", un hombre comprometido con la paz y la prosperidad mundiales.
El que se encuentra afectado por ella es incapaz de tener una orientación, un juicio, o una opinión”.
"[60] El escritor chileno Alejandro Rocha Narváez, en su novela "El Cristo Final" (2018), relata la historia de un polémico profesor, apasionado crítico de nuestro tiempo y sus fórmulas políticas y culturales; un apóstata que ha renegado de sus votos para el sacerdocio, a quien su guía espiritual le revela documentos e informes que demuestran su origen inusitado.
Él ha sido creado biogenéticamente a partir del ADN recuperado de las reliquias sagradas (el Santo Sudario de Turín, entre otras),e incubado en una "Virgen postmoderna", una madre sustituta a la que nunca pudo conocer.
A semejante manipulación brutal de su persona, la combate hundiéndose en la concupiscencia y el vicio, queriendo vengarse mostrándose revolcado "en la iniquidad más absoluta, como un anticristo".