Batalla de Crisópolis

[1]​[5]​ El ejército de Constantino desembarcó en la orilla asiática del Bósforo, en un lugar llamado «Promontorio sagrado» y marchó hacia el sur en dirección a Calcedonia.

Tras retirarse a su tienda de campaña para buscar la guía divina, Constantino decidió tomar la iniciativa.

Licinio había desarrollado un recelo supersticioso en contra del lábaro y prohibió a sus tropas atacarlo o siquiera mirarlo.

[8]​ Otros testimonios, como el de Eutropio o Jerónimo, fueron por contra críticos con Constantino por mandar matar a Licinio incumpliendo, así, el juramento dado con anterioridad.

Tras la conquista de la parte oriental del Imperio Romano, Constantino tomó una de las decisiones que lo hizo más famoso: darle a esa parte del imperio una capital propia y transformarla en la segunda capital imperial.

Follis de Constantino I (c. 337), muestra una imagen de su lábaro con el estandarte hiriendo a la serpiente.
Licinio y su hijo Licinio II con halos, en una moneda de oro de 320 acuñada en Nicomedia .