Después de su victoria a orillas del río Nilo, César había viajado con una de sus veteranas legiones –la VI–,[4] muy mermadas por años de campañas continuas,[5] apenas 1000 hombres,[4][6] para acabar con Farnaces, rey oriental que había aprovechado la guerra civil para invadir Capadocia, Armenia Parva y Ponto,[7] tierras que una vez había gobernado su padre Mitrídates VI hasta su derrota ante Roma.
[17] Farnaces II ocupó y fortificó las colinas cercanas a Zela, actual Zile,[18] un lugar donde su padre había vencido en el 67 a. C., esperando repetir el éxito.
[11] El general romano dio la orden de abandonar los trabajos y que todos los legionarios tomaran las armas.
Las tropas de Farnaces en el valle fueron muertas o capturadas; quedaban solo sus cohortes más fieles en reserva en su campamento fortificado, pero estas poco pudieron hacer ante el asalto romano.
[27] Farnaces escapó al Reino del Bósforo, pero fue poco después asesinado por uno de sus excomandantes en una escaramuza.