El chelín magdaleno se subdividía en 12 peniques y por ello circularían juntos, y tenía una tasación de Halifax con respecto a los dólares españoles, por lo que ocho reales o un dólar equivalía a cinco chelines o sesenta peniques magdalenos.
En 1627 pasaron a la Compañía de la Nueva Francia pero solo logró que algunos franceses se quedaran esporádicamente y en 1653 las entregó como propiedad a Antonio Denys.
Cuando llegó a las islas estaban habitadas por veinte vascos pescadores que vivían en cabañas y al regresar a Francia dejó a veinte de sus tripulantes pero en 1664 al retornar a las islas, las encontró abandonadas y las construcciones en ruinas, por lo que dejó esta empresa colonizadora.
[3] En 1822 comenzaron a llegar las monedas de plata del dólar del ancla de la América británica con paridad con el dólar español y el penique de cobre magdaleno siguió circulando a la par con la cotización de Halifax (1 dólar español = 60 peniques) y en donde también se aceptaban como medio de pago, pero dicho dólar británico fue tasado por 4 chelines con 2 peniques (50 peniques) y ya que la moneda más pequeña del dólar del ancla era 1⁄16 dólar de plata .892 o bien 1⁄2 real español, equivalía a 3 peniques magdalenos.
[4] El chelín isleño siguió circulando hasta la revocación del señorío y nuevamente junto a la isla de Anticosti quedaron definitivamente reanexadas al Bajo Canadá en 1825.