Aunque Federica Carolina fue considerada virtuosa, gentil, caritativa y devota,[1] su marido la encontró fea, ignorante y aburrida.
[2] El matrimonio no tuvo hijos; él se separó de su esposa, quien para ese tiempo vivía en el castillo de Schwaningen, en Unterschwaningen, y empezó a vivir con su amante, Elizabeth Craven.
El hermano de Federica Carolina, el príncipe Josías de Sajonia-Coburgo-Saalfeld, debía a su hermana la admisión al regimiento como capitán, empezando en este punto su brillante carrera militar.
Después de la muerte de Federica Carolina, su marido abdicó como margrave y vendió el Margraviato a Prusia.
[3]Abandonó el país y se casó con su amante inglesa ese año.