Sus influencias más inmediatas son la gastronomía véneta y la tirolesa, caracterizada por productos de la cocina austríaca.
También está caracterizado por la geografía montañosa del territorio, que históricamente ha aislado al valle de Trento.
Los primeros platos típicos de la tradición trentina son las minestre (sopas), entre las que destacan: En cuanto a gnocchi (ñoquis): También son típicas como primer plato los canéderli, conocidos más al norte como semmelknödel, cuya receta clásica incluye pan y carne, a veces queso, y se sirven en un caldo o con mantequilla y salvia.
Al igual que todas las recetas regionales, los cocineros y cocineras trentinos han desarrollado variantes al canéderli original, como los canederli con verza (col) y puzzone di Moena.
Algunos platos indicados aquí están «adscritos» a la cocina trentina porque son ampliamente consumidos: