Durante la Segunda República Cunill fue, junto con otros carlistas, copropietario del diario egarense Crónica Social.
[6] También inició en Tarrasa una remodelación del Requeté,[7] una milicia juvenil carlista creada veinte años antes bajo el pretendiente Jaime de Borbón.
[7] Según Robert Vallverdú, durante esta época el carlismo catalán lograría organizar, entre juventudes y requetés, a más de 6000 hombres.
Disponían en Barcelona de un tercio activo y otro auxiliar, compuesto por 240 hombres cada uno, la mayoría jóvenes.
[7] El 19 de julio Cunill se presentó con sus hombres a los militares, pero el jefe dijo que era republicano y los despidió malamente.
Pudo entrar en una casa, donde le curaron las heridas, y huyó a Navarra, actuando después en el frente de Aragón.
[10] Según José Bru Jardí, Cunill había sido uno de los primeros catalanes en pasar al bando nacional.