Nicanor Parra

[11]​[7]​[12]​ Su obra ha sido traducida a numerosos idiomas, como el inglés, francés, sueco, ruso, checo, finlandés y portugués.

[13]​ Entre sus traductores anglohablantes figuran reconocidos escritores estadounidenses, tales como Allen Ginsberg, Lawrence Ferlinghetti, William Carlos Williams, Thomas Merton, Denise Levertov y W.S.

[7]​ En un principio también se matriculó en ingeniería, leyes e inglés, pero abandonó estos estudios rápidamente.

[13]​ En 1935 los tres amigos fundaron la Revista Nueva, distribuida entre los inspectores, profesores y alumnos del Internado.

Todavía en 1938, Parra se introdujo en la poesía de Walt Whitman, en traducción del poeta uruguayo Álvaro Armando Vasseur.

[20]​ Ese mismo año fue incluido en la antología 8 nuevos poetas chilenos,[19]​ a la que sucedió Tres poetas chilenos (1942), al mismo tiempo que continuó investigando nuevas formas de poesía.

Si bien asistía poco a clases,[24]​ su estancia en dicho país se prolongó hasta 1952, tiempo durante el cual tuvo la posibilidad de leer ávidamente a diversos escritores europeos clásicos y de adentrarse en el psicoanálisis.

[13]​[7]​ Durante este viaje contrajo matrimonio con la sueca Inga Palmen, quien lo acompañó de regreso a Chile.

[7]​ Durante la segunda mitad de los años 1950 Nicanor Parra realizó una serie de viajes al extranjero, siendo invitado a Estados Unidos, Perú, Panamá y México, entre otros países, tanto para dictar conferencias académicas como para asistir a talleres y otros eventos literarios.

[nota 4]​ En la capital sueca entabló amistad con el escritor Artur Lundkvist, por entonces secretario de la Academia Sueca, en cuya casa conoció además a la escritora Sun Axelsson, con quien tuvo una relación amorosa breve y tormentosa.

Ferlinghetti, que ya conocía su obra a través del crítico anglochileno Jorge Elliott, publicó Antipoems (1960) en su editorial City Lights Books.

Más tarde aparecería Poems and Antipoems (1967), con traducciones de Ginsberg, Ferlinghetti, William Carlos Williams, Thomas Merton, Denise Levertov y W.S.

Durante estos años mantuvo buenas relaciones con Cuba y ejerció como profesor visitante en Estados Unidos.

Inicialmente se mostró afectado e intentó disculparse, pero ante las negativas acabó por decidir resaltar la independencia del poeta.

En este Departamento coincidió nuevamente con Enrique Lihn,[32]​ y tuvo como alumna a Diamela Eltit, quien décadas más tarde se convertiría también en una reconocida escritora.

[33]​ Durante la dictadura militar, Parra decidió evitar las represalias y la censura, alejándose un poco de la antipoesía para desviar su atención hacia otros proyectos.

En 1975, el único número de la revista Manuscritos reprodujo Quebrantahuesos (1952) y sus textos escatológicos dadaístas inéditos News from nowhere.

[24]​ En 1994 el gobierno de Eduardo Frei Ruiz-Tagle le hizo un homenaje por sus ochenta años, junto al escritor José Donoso, quien ese mismo año cumplía setenta.

[42]​ Parra tampoco asistió esta vez a la premiación, y durante la ceremonia su discurso fue leído nuevamente por su nieto Cristóbal.

[47]​ El Museo Violeta Parra abrió un libro de condolencias para la ciudadanía, para ser luego entregado a la familia del poeta.

El funeral de Parra fue realizado en la parroquia La Asunción de Las Cruces, y luego sus restos fueron trasladados a la que fue su casa en dicha localidad, donde se enterraron en una ceremonia íntima, a la cual también acudió la presidenta Bachelet.

[49]​ En su ataúd se escribió la frase «Voy&Vuelvo», parte de sus «artefactos» y «trabajos prácticos».

Durante su juventud, a fines de los años 1930, tuvo un breve paso como representante de la llamada poesía de la claridad, fuertemente inspirada en el recientemente asesinado Federico García Lorca, y creada como respuesta crítica al hermetismo y subjetivismo del vanguardismo histórico liderado por Huidobro, Neruda o los nuevos poetas surrealistas del Grupo La Mandrágora.

[10]​[24]​ En cuanto al uso de la métrica, en sus primeros trabajos utilizó octosílabos para escribir romances criollos (Cancionero sin nombre, La cueca larga) y endecasílabos para sonetos paródicos («No hay olvido», «Hay un día feliz», Versos de salón), pero también comenzó a explorar desde temprano con el verso libre (Poemas y antipoemas).

[23]​ Su primer trabajo, Cancionero sin nombre (1937), estuvo fuertemente influenciado por Romancero gitano (1928) de García Lorca.

[1]​ Reconocido como una persona de izquierdas pero independiente,[24]​ nunca militó en ningún partido, y sus relaciones con la izquierda y la derecha no fueron excluyentes, lo que le trajo varios problemas con partidarios de ambos espectros políticos.

Fue opositor al gobierno derechista de Jorge Alessandri (1958-1964), al del demócrata cristiano Eduardo Frei Montalva (1964-1970), y si bien en principio se mostró a favor, luego también criticó a la Unidad Popular de Salvador Allende (1970-1973).

[31]​[24]​ El antipoeta conoció personalmente a todos los presidentes chilenos elegidos democráticamente, desde Salvador Allende.

El antipoeta tiene trabajos con Enrique Lihn, Alejandro Jodorowsky, Pablo Neruda, Violeta Parra, Jaime Vadell, Joan Brossa y Congreso, entre otros.

[7]​ En 2006 habría sido postulado nuevamente por quince universidades extranjeras, entre las que se encontraban varias estadounidenses.

Nicanor Parra ( circa 1935).
Nicanor Parra en 1937 en las fiestas primaverales de Chillán , como poeta laureado por su primer libro, Cancionero sin nombre . Fotografía incluida en la primera edición de Obra gruesa (1969).
Casa de Parra en el balneario de Las Cruces , donde el poeta vivió desde los años 1980 hasta poco antes de su muerte. [ 30 ]
Nicanor Parra en 2005.
«El pago de Chile», controvertida instalación de su exposición Obras públicas (2006), donde exhibía a los presidentes de Chile colgados con una soga al cuello.
La ex presidenta Michelle Bachelet visitó a Parra en 2014 por la celebración de su centenario.
Despedida pública en la catedral de Santiago de Chile. Algunos mensajes junto a su ataúd: «Hasta siempre, Don Nica» y «Tu muerte imaginaria... Voy y vuelvo».
Un «artefacto» de Parra relacionado con la muerte, tema recurrente de su obra.
Poema «Defensa de Violeta», de Nicanor Parra, en el ingreso del Museo Violeta Parra en Santiago de Chile .
Parra (sentado) junto a William Thayer (arriba, al centro) y otras personas.