También es llamada Nicte,[5] y en los textos romanos que tratan este tema griego, su nombre se traduce como Nox.
[20] Se dice que las erinias son hijas de Crono y la Noche porque sus castigos vienen siempre sin ser percibidos.
[25] Hesíodo,[26] Cicerón[27] e Higino[28] dan un listado de abstracciones personificadas que engendró con Érebo[27][28] o por sí sola,[26] especificados en su correspondiente sección.
También añade que un pastor, Fanete, se enamoró de ella, pero terminó matándolo y desposádose más tarde con Érebo.
Primero el poeta la incluye en su cosmogonía:«Del Caos surgieron Érebo y la negra Noche.
Nunca cejan las diosas en su terrible cólera antes de aplicar un amargo castigo a quien comete delitos.
Cuando una va a entrar, ya la otra está yendo hacia la puerta, y nunca el palacio acoge entre sus muros a ambas, sino que siempre una de ellas fuera del palacio da vueltas por la tierra y la otra espera en la morada hasta que llegue el momento de su viaje.
[33]Este relato tiene su paralelo en Ratri (‘noche’), citada en el Rig-veda (el texto más antiguo de la India, de mediados del II milenio a. C.), donde ésta trabaja en estrecha colaboración pero también en tensión con su hermana Ushás (‘amanecer’).
[38] La Noche adquirió un papel incluso más importante en varios poemas fragmentarios atribuidos a Orfeo.
En ellos, la Noche es considerada el principio fundamental, la primera generación divina y la «nodriza de los dioses».
Primero la nómina de Cicerón:«Los geneálogos antiguos denominan así: Amor (Amor), Engaño (Dolus), Miedo (Metus),[44] Fatiga (Labor), Envidia (Invidentia), Destino (Fatum), Vejez (Senectus), Muerte (Mors), Tinieblas (Tenebrae), Miseria (Miseria), Queja (Querella), Gracia (Gratia),[45] Fraude (Fraus), Obstinación (Obstinacia), Parcas (Parcae), Hespérides y Sueños (Somnia).
[46]Y a continuación la de Higino:«De Noche y de Érebo: Destino (Fatum), Vejez (Senectus), Muerte (Mors), Destrucción (Letum), Moderación (Continentia), Sueño (Somnus), Sueños (Somnia); [Amor (Amor)], esto es, el que afloja los miembros (lysimeles), el sensato (epiphron), el de dulces miembros (hedymeles);[47] Porfirión (Porphyrion),[48] Épafo (Epaphus),[49] Discordia (Discordia), Desgracia (Miseria), Insolencia (Petulantia),[50] Némesis («venganza divina»), Eufrósine (Εuphrοsyne, «alegría»), Amistad (Amicitia), Misericordia (Misericordia), Estigia (Styx, «odio»); las tres Parcas (Parcae), esto es, Cloto, Láquesis y Átropo; las Hespérides: Egle, Hesperie, Érica».
Los espartanos rendían culto al Sueño y a la Muerte, concebidos como gemelos:[55] sin duda la Noche era su madre.
[57] Virgilio describe como Eneas le ofrece a la Noche unas ovejas negras en su honor, como madre de las Furias.