[4] El musicólogo H. C. Robbins Landon ha sugerido que podría haber sido escrita como muy pronto en 1757 y como muy tarde en 1763.
[1] Más entendidos en la materia han sugerido que se compuso en 1760 o 1761[6] La partitura está escrita para una orquesta formada por:[1] La trompeta y los timbales, que a veces faltan en las ediciones modernas, contribuyen al aura de grandeza, especialmente en el primer movimiento, donde las partes agudas de trompeta evocan a Bach y Händel.
[4] En aquella época se solía emplear un fagot para amplificar la voz del bajo, incluso sin una notación separada.
En cuanto a la participación del clavecín como bajo continuo en las sinfonías de Haydn existen diversas opiniones entre los estudiosos: James Webster se sitúa en contra;[7] Hartmut Haenchen a favor;[8] Jamie James en su artículo para The New York Times presenta diferentes posiciones por parte de Roy Goodman, Christopher Hogwood, H. C. Robbins Landon y James Webster.
No obstante, existen grabaciones con clavecín en el bajo continuo realizadas por: Trevor Pinnock (Sturm und Drang Symphonies, Archiv, 1989-1990); Nikolaus Harnoncourt (n.º 6–8, Das Alte Werk, 1990); Sigiswald Kuijken (incluidas las Sinfonías de París y Londres; Virgin, 1988-1995); Roy Goodman (Ej.
Su paso mesurado sugiere una ceremonia más que un salón de baile o un ambiente bucólico.
[4] El tercer movimiento, Adagio ma non troppo, está en la subdominante fa mayor y en compás de 2/4.
La pieza concluye con su único movimiento carente de grandilocuencia, un Allegro típicamente ágil.