El personal fluctuaba y, por tanto, también las fuerzas de que disponía Haydn para trabajar.
El compositor trató de retener a los mejores instrumentistas y lo hizo en parte creando para ellos solos desafiantes en sus primeras sinfonías.
[8] La partitura está escrita para una orquesta formada por:[1] En interpretaciones modernas, e incluso en las historicistas, se suele optar por una sección de cuerdas más amplia que la empleada en su estreno.
[3] En aquella época se solía emplear un fagot para amplificar la voz del bajo, incluso sin una notación separada.
En cuanto a la participación del clavecín como bajo continuo en las sinfonías de Haydn existen diversas opiniones entre los estudiosos: James Webster se sitúa en contra;[9] Hartmut Haenchen a favor;[10] Jamie James en su artículo para The New York Times presenta diferentes posiciones por parte de Roy Goodman, Christopher Hogwood, H. C. Robbins Landon y James Webster.
No obstante, existen grabaciones con clavecín en el bajo continuo realizadas por: Trevor Pinnock (Sturm und Drang Symphonies, Archiv, 1989-1990); Nikolaus Harnoncourt (n.º 6–8, Das Alte Werk, 1990); Sigiswald Kuijken (incluidas las Sinfonías de París y Londres; Virgin, 1988-1995); Roy Goodman (Ej.
Las connotaciones festivas de re mayor se deben a que la trompeta podía tocarse en esa tonalidad, y a que las trompas afinadas en ese tono tenían un útil rango agudo.
Haydn usó cuatro trompas en lugar de las dos habituales para lograr un sonido más rico y heráldico.
La sinfonía presenta fuertes rasgos concertantes; Haydn probablemente estaba exhibiendo el talento de sus músicos al mismo tiempo que el príncipe Nicolás lucía su nueva residencia.
[6] Aquí Haydn empieza con una fanfarria militar empleando las cuatro trompas al principio.
[3][13] El tercer movimiento, Menuet – Trio, está en re mayor y en compás de 3/4.
Cada variación está escrita para un instrumento solista diferente hasta que todos los principales han tenido su turno.