Teatro español del Siglo de Oro

[1]​ Si bien las mujeres tenían licencia para actuar a partir de 1587, esta práctica siguió siendo controvertida hasta 1599, cuando un decreto real estipuló que solo las mujeres casadas con miembros de la empresa podían actuar.

Este proceso de encontrar un nuevo marco donde poder engarzar en escena otros relatos, piezas musicales, números cómicos, sainetes y loas en un nuevo canon hará que la producción del siglo XVI -no sólo en España- sea de pocos autores de renombre, si exceptuamos a algunos italianos como Maquiavelo y Ruzante, pero necesario para desembocar más adelante en lo que se dará en llamar la comedia nueva.

Su influjo llegó a España, como era natural, sobre todo teniendo en cuenta la constante interrelación política y económica.

Por lo tanto, es indudable la influencia italiana en los autores españoles que escriben en el periodo: Lope de Rueda imita a Boccaccio, Gigio Artemio Giancarli o Antonio Francesco Raineri, entre otros; Timoneda a Ariosto; etc.

[2]​ Los actores italianos influyeron en la modificación del calendario teatral (Ganasa, un célebre comediante, consiguió de Felipe II permiso para representar a diario), en la puesta en escena, en la escenografía y en la siempre controvertida intervención de las actrices en la representaciones.

Sobre las mil obras rutinarias y adocenadas que aplican sin creatividad unos principios estructurales prefijados, se levanta un centenar de dramas que calan en hondos conflictos humanos o crean un mundo cómico de mecánica perfecta.

Indisolublemente ligadas al progreso de la literatura dramática se desarrollaron las condiciones que posibilitan la existencia del hecho teatral: creación de locales y compañías, captación de público, etc. A ello se debe el inmenso y casi repentino auge del arte dramático en España.

Su aportación al teatro universal fue principalmente una portentosa imaginación, de la que se aprovecharon sus contemporáneos, sucesores españoles y europeos extrayendo temas, argumentos, motivos y toda suerte de inspiración.

De entre sus comedias destacan La dama duende, y cultivó asimismo dramas mitológicos como Céfalo y Procris, de los que él mismo sacó la comedia burlesca del mismo título; también, autos sacramentales como El gran teatro del mundo o El gran mercado del mundo que sugestionaron la imaginación de los románticos ingleses y alemanes.

Este dramaturgo y novelista español es principalmente conocido por ser autor de El diablo cojuelo.

La disposición de su espacio físico respeta los corredores, galerías y ventanas que dan a él.

Cada manuscrito recién comprado era el llamado original antes de pasar a la censura.

Porque, antes de ser representada la obra, debía someterse a una doble censura oficial civil y eclesiástica; un personaje designado por el ayuntamiento o el clero era el encargado de leer los manuscritos teatrales para certificar que podían ser representados tal como venían escritos; asimismo, podía estipular cambios que habría que hacer al original antes de darle la llamada licencia o permiso.

Por lo general, el texto pasaba luego por otras modificaciones, cortes, añadiduras e incluso refundiciones por parte de los apuntadores, los actores o los escritores más o menos aficionados que hubiera en la compañía, no siempre por razones escénicas, por lo cual los manuscritos se deturpaban.

Al final estaban y sin poder sentarse los que menos pagaban, también separados por sexos, los hombres llamados mosqueteros y las mujeres en un lugar tan apretado y caliente (porque no estaba a resguardo del sol que un toldo quitaba a los de delante), que lo llamaban cazuela.

En lo alto podía haber también un aposento destinado a los poetas y hombres cultos llamado tertulia.

Antes del tercer acto se representaba un baile con música, y al final una mojiganga.

Corral de comedias
Commedia dell'arte
Lope de Rueda
Miguel de Cervantes
Arte nuevo de hacer comedias , de Lope de Vega
Juan Ruiz de Alarcón
Pedro Calderón de la Barca
Sor Juana Inés de la Cruz en 1732. Retrato de Fray Miguel de Herrera.
Sor Juana Inés de la Cruz
Corral de comedias de Almagro , Ciudad Real .
Teatro de la Cruz
Patio del Corral de comedias de Almagro . Al fondo, se situaban los "alojeros".