UNL-35

[1]​ Tras la Primera Guerra Mundial, España adquirió una docena de tanques Renault FT-17 y seis Schneider CA1 a Francia.

Después de este mal comienzo apoyarían puntualmente a las tropas españolas durante la Guerra del Rif, destacando su uso en el desembarco de Alhucemas, victoria decisiva que permitiría que poco después los blindados volvieran a España.

Para las primeras series se utilizó el chasis del camión ZIS-5 de tres toneladas, construido en la URSS desde 1933.

Entre las distintas series fabricadas existen diferencias de detalle en la parte anterior del casco, que más tarde repasaremos.

El vehículo resultante tenía dos proporciones bien diferenciadas: la anterior, que cubría el motor, con un frontal inclinado y en V, donde se abrían dos puertas para la ventilación del radiador, y eran accionado mediante una leva desde el interior del blindado.

Las llantas correspondían al camión usado para su construcción e iban calzadas con neumáticos sin aire impinchables.

En el techo de la torreta contaba con un cúpula colocada sobre una escotilla que se abría hacia adelante, y en cada pared lateral había una mirilla rectangular.

La cara posterior acababa con un plano inclinado, donde iban soldados dos ganchos en «cola de cerdo».

El borde inferior estaba inclinado, para una mejor protección, y debajo de la puerta se hallaba un estribo.

Durante el proceso de producción, se realizaron cambios en el diseño del automóvil blindado, por lo que los UNL-35 de la primera y la última serie tenían algunas diferencias (en particular, en comparación con los primeros UNL-35, los automóviles blindados posteriores tenían una protección mejorada del radiador).

Estaba dividida en cuatro secciones: En estas poblaciones continuó la producción del UNL-35 hasta finales de 1939.

Réplica de un UNL-35 en el Museo de Medios Acorazados de la Base de El Goloso ( Madrid )