[2] Con la invasión romana se introdujeron nuevos tipos edificatorios, basílicas, baños, anfiteatros, arcos de triunfo, villas, templos, calzadas, fortalezas, empalizadas y acueductos.
[3] Fueron los romanos quienes fundaron varias ciudades y pueblos tales como Londinium (Londres), Aquae Sulis (Bath), Eburacum (York), Deva (Chester) o Verulamium (St Albans).
[7] En Inglaterra la arquitectura medieval ofrece tal vez una evolución más completa que en los demás países: se clasifica en períodos que coinciden aproximadamente con los siglos y se definen por sus caracteres especiales: anglo-sajón, normando, inglés primitivo, decorado, perpendicular y Tudor.
Esta clasificación se basa en las etapas históricas y parte en el carácter de la arquitectura inglesa.
[10] Estos cromlech son comunes en gran parte de la Europa atlántica, con ejemplos en España, Bretaña e Irlanda.
Con otros sitios cercanos, como Silbury Hill, Beckhampton Avenue y West Kennet Avenue, han sido declarados por la UNESCO Patrimonio de la Humanidad, con el nombre de Stonehenge, Avebury y sitios relacionados.
La evidencia arqueológica sugiere que la arquitectura doméstica británica de la Edad del Hierro tenía tendencia a edificar viviendas circulares, conocidas como roundhouses.
Tras la invasión, Guillermo el Conquistador, que se convirtió en rey de Inglaterra, organizó el país y retiró de él grandes riquezas que financiaron muchos proyectos edificatorios, militares y religiosos, en Normandía y en la propia Inglaterra, cuando muchos religiosos normandos fueron colocados a la cabeza de las diócesis más importantes.
También hay un pequeño número de edificios normandos domésticos aún en pie, por ejemplo la Jew's House (Lincoln), casas señoriales en Saltford y Boothby Pagnall (en Lincolnshire); y mansiones fortificadas como el castillo de Oakham.
Las molduras normandas son esculpidas o incisas, teniendo ornamentos geométricos, como bóvedas con arco apuntado.
Las iglesias con planta cruciforme tenían frecuentemente un coro profundo y un crucero cuadrado que devino característico de la arquitectura eclesiástica inglesa.
La fuerte influencia normanda después de la invasión fue integrando progresivamente a la anterior cultura anglosajona.
Los rasgos característicos del temprano estilo Tudor fueron las imponentes gatehouses —puertas fortificadas, un vestigio de los castillos—, los arcos apuntados aplanados a la manera del gótico perpendicular, las ventanas con remates en forma de cuadrados, los gabletes decorativos y las grandes chimeneas adornadas.
Este desarrollo dio lugar a viviendas palaciegas hechas en piedra como Hardwick Hall y Montacute House.
Éste fue introducido por primera vez en Inglaterra por Inigo Jones (1573-1652) y quedó ejemplificado en la Casa de la Reina en Greenwich.
Los arquitectos más significativos del barroco inglés, después de Wren, fueron sir John Vanbrugh (1664-1726) y Nicholas Hawksmoor (ca.1661-1736), que adaptaron el estilo barroco a los gustos ingleses en casas aristocráticas, como el palacio de Blenheim, Seaton Delaval Hall y Easton Neston.
El siglo XVIII vio un giro desde la elaboración barroca y una vuelta a una aproximación más austera al clasicismo.
Este cambio trajo inicialmente un retorno al palladianismo italiano que había caracterizado las primeras manifestaciones de la arquitectura clásica en el país, un estilo que finalmente será conocido globalmente como estilo georgiano, nombre dado por coincidir más o menos con el reinado de los cuatro reyes Jorge (George) (1714-1830).
Algunas casas de campo que representan este estilo son Woburn Abbey y Kedleston Hall.
Entre los arquitectos notables que ejercieron en esa época destacan Robert Adam (1728-1792), sir William Chambers (1723-1796), John Wood el Joven (1728-1782) y James Wyatt (1746-1813).
El período victoriano también vio un renovado interés en las tradiciones constructivas vernáculas, centrándose principalmente en la arquitectura doméstica y en el empleo de características como los entramados de madera y teja-colgante, cuyo líder era practicante Richard Norman Shaw.
Este desarrollo también estaba conformada por consideraciones ideológicas mucho más amplias, fuertemente influenciados por William Morris y e movimiento Arts and Crafts.
UU., pero la mayoría se fueron a Canadá, Australia o Nueva Zelanda, cuando surgieron oportunidades para satisfacer la creciente demanda de edificios en estos países.
El último gran exponente del tardío eclecticismo renacentista victoriano fue Edwin Lutyens.
Su desplazamiento al modo clásico después de 1900 simbolizó el general retiro desde el fermento estilístico del siglo XIX hacia un clasicismo simple y homogéneo basado en ejemplos georgianos, un enfoque seguido por muchos arquitectos de principios del siglo XX, especialmente Herbert Baker y Reginald Blomfield.
[28][29] El estilo comúnmente hace uso del hormigón o ladrillo vistos, sin lucir ni pintar, recurre a formas geométricas angulares y a una paleta de colores predominantemente monocromática;[30][29] También se incluyen otros materiales, como acero, madera y vidrio.
[32] Derivado de la frase sueca nybrutalism, el término «Nuevo brutalismo» fue utilizado por primera vez por los arquitectos británicos Alison y Peter Smithson por su enfoque pionero del diseño.
La arquitectura High Tech surgió como un intento de revitalizar el lenguaje del movimiento moderno, inspirándose en la tecnología para crear una nueva expresión arquitectónica.
La arquitectura High Tech se asocia sobre todo con edificios no residenciales, tal vez debido a la imaginería tecnológica.
Muchos centros comerciales y complejos de oficinas, por ejemplo, Broadgate se diseñaron con este estilo.