Batalla de Arginusas

La furia estalló en Atenas cuando el pueblo se enteró y, después de una amarga lucha en la Asamblea, seis de los ocho generales que habían mandado la flota fueron juzgados conjuntamente y ejecutados.

Sus victorias y sus partidarios consiguieron que fuera elegido estratego en el año 407 a. C. con su amigo Trasíbulo.

De su desembarco y del recibimiento que le dispensó el pueblo ateniense, se hace eco Jenofonte al decir que la gente acudía en masa desde la ciudad y desde El Pireo para verle.

Asediado por tierra y mar, Conón se hallaba debilitado para poder actuar contra las fuerzas superiores que le rodeaban, y únicamente logró que un barco se escabullera hacia Atenas para notificar su apremiante situación.

[7]​ Unos cien barcos estuvieron listos y tripulados gracias a estas medidas, y además, con la contribución de barcos aliados, la flota alcanzó un tamaño de 150 trirremes al atracar en Samos.

Conforme a un plan muy poco ortodoxo, la flota fue comandada en conjunto por ocho generales: Aristócrates, Aristógenes, Diomedonte, Erasínides, Lisias, Pericles el Joven, Protómaco, y Trasilo.

Al amanecer del siguiente día, Calicrátidas condujo mar adentro su flota para encontrarse con los atenienses.

[8]​ Para contrarrestar la superior habilidad y maniobrabilidad de los espartanos, los comandantes atenienses implementaron muchas tácticas nuevas e innovadoras.

El flanco izquierdo continuaba resistiendo durante más tiempo, pero fue incapaz de mantenerse y aguantar a toda la flota ateniense y pronto se reuniría al ala derecha que huía.

Al mismo tiempo, los supervivientes de los 25 barcos atenienses hundidos o incapacitados en la batalla se quedaron en las islas Arginusas.

Jenofonte da una descripción diferente, que culpa a Terámenes del juicio y la ejecución de los generales.

Un político llamado Calíxeno propuso que, sin más debates, la Asamblea debía votar la culpabilidad o la inocencia de los generales.

La maniobra parlamentaria, sin embargo, deshizo esta victoria, y al final la moción original fue aprobada:

Los espartanos que regresaron a su ciudad estaban desalentados, y a los partidarios de Calicrátidas les disgustaba la idea de que Lisandro pudiera lograr el poder otra vez si la guerra continuaba.

[30]​ Esta propuesta fue rechazada por la Asamblea ateniense, engañada por el estratego Cleofonte, jefe del partido democrático.

[31]​ La guerra continuó, pero la decisión ateniense fue menos lesiva que cuando un año después, Lisandro, al mando de la flota espartana una vez más, derrotó rotundamente a la flota ateniense en Egospótamos; en menos de dos años desde la dramática victoria ateniense en Arginusas, la ciudad se rindió, sus murallas fueron derruidas, y la guerra del Peloponeso llegó a su fin.

Alcibíades ( Roma , Museos Capitolinos ). Retrato idealizado, copia romana de un busto griego del siglo IV a. C.
Trirremes helénicas
La batalla de Arginusas está señalada en el mapa entre la isla de Lesbos y la costa de Asia Menor .
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Sócrates, en su cargo de epístata , presidió la sesión del Consejo ( Boulé ) durante el juicio.