Una vez que se decidió la realización del viaje, el Almirantazgo añadió un segundo objetivo estratégico y confidencial, solo conocido por Cook: buscar evidencia de la existencia de un hipotético y todavía no descubierto continente austral, conocido en la época como la Terra Australis Incognita o "tierra del sur desconocida".
El último tránsito de Venus había tenido lugar en 1761 y sus observaciones fracasaron debido principalmente a las malas condiciones atmosféricas.
[32] Pero la sociedad científica carecía de los medios y los recursos para organizar varias expediciones al mismo tiempo, botar barcos o reclutar sus tripulaciones.
Ambas canoas terminaron su viaje varando en las playas al oeste de la desembocadura del río Turanganui en Poverty Bay, lugar en el que se asentaron sus ocupantes y sus descendientes.
Lamentablemente, las primeras horas del Endeavour en Nueva Zelanda no fueron afortunadas y terminaron en enfrentamientos armados que tuvieron como resultado varias víctimas maoríes.
[145] Los diarios reflejan que Cook tomó precauciones antes de bajar a tierra e hizo preparar los cañones giratorios para montarlos en los botes.
Nativos de los hapu Ngāi Tawhiri y Whanau A Iwi se congregaron en la orilla oeste del Turanganui al ver llegar los botes.
[174] Banks hace una correcta interpretación de sus primeros encuentros con los maoríes y que los siguientes episodios con ellos iban a corroborar:[180] La intención de Cook era continuar navegando por la costa poniéndose como límite, siendo coherente con sus instrucciones, la latitud 40° o 41° sur para darse la vuelta y seguir hacia el norte si el territorio explorado no le parecía provechoso.
Esto hizo pensar a Cook y Banks que la antropofagía podía ser una práctica en aquellas tierras, aunque por entonces no tenían ninguna prueba de ello.
[222][223] Al cuarto día ya se habían completado las reservas de agua, unos 70 toneles, pero como aún faltaba leña permanecieron unos días más.
[233] Establecieron muy buenas relaciones con el anciano jefe local, llamado Torava y al que Banks se refiere como “amigo”.
En el Endeavour sabían que un ataque perpetrado por un número suficiente de maoríes podría poner a toda la tripulación en grave peligro.
Hasta el último día antes de levar anclas se aprovechó para aumentar las provisiones con apio silvestre, crustáceos[Nota 26] y ostras.
La atenta vigilancia del teniente Hicks y su acertada maniobra hicieron el resto para evitar que aquello acabara trágicamente.
Este incidente ilustra una vez más el cuidado que ponía Cook en intentar ser imparcial como parte de su estrategia para mantener una buena relación con los nativos.
Los barcos inglés y francés se cruzaron a una distancia de solo veinticinco o treinta millas, cada uno bajo el horizonte del otro.
Exactamente un año atrás, el Endeavour navegaba a la altura de la península Valdés, Argentina, rumbo sur hacia Tierra del Fuego.
El master Robert Molyneux y cinco petty officers (no se especifica quienes), salieron en uno de los botes a pescar.
[402] Tupaia mantuvo una última conversación con él, oída por Cook y Banks: no, nunca había visto una “canoa” tan grande como la de los británicos.
[409] Una vez en aguas del estrecho, Cook puso rumbo sur buscando su salida oriental y no tardo en sufrir por sí mismo sus peligrosas corrientes.
Por las notas del diario se evidencia una vez más la gran población de aves marinas que los litorales costeros tenían en aquella época.
Con condiciones climáticas muy adversas por el oeste, pudieron controlar su curso y poner rumbo norte para luego virar hacia el suroeste y volver a virar al norte desde la latitud 48°, con una fuerte corriente marina del sudoeste que inducía a pensar que más allá no había masas de tierra de consideración.
Los dos días siguientes, con viento del sur, Cook viró y largo toda la vela que pudo para ganar terreno hacia el oeste.
Parece que su prioridad era deshacer la incógnita de si Nueva Zelanda era o no un continente sin demorarse más tiempo del necesario en ello.
Estos dos últimos mapas estaban destinados a publicarse, como así aparecen en la recopilación del viaje que editó Hawkesworth y que durante mucho tiempo fue la única fuente de información publicada sobre el primer viaje de James Cook, muy popular y traducida a varios idiomas ya en su tiempo.
Banks quiso entrar en esa bahía para detenerse uno o dos días, desembarcar, explorar el terreno y recoger muestras de su vegetación.
Envueltos por la niebla y con una fuerte corriente que les empujaba hacia la costa, Cook prefiere navegar algo alejado de ella.
Supo apreciar y admirar las riquezas de aquellas tierras, sus bosques madereros, su fertilidad, sus virtudes como lugar para futuros asentamientos.
También especialmente del pueblo maorí, con una anticipada visión antropológica bastante objetiva para la época, interesándose por todas sus manifestaciones y aspectos ya sean sociales, bélicos, culturales, religiosos o lingüísticos.
[513][308] Respecto al tema de la antropofagia, el canibalismo fue en gran medida un concepto inventado por los europeos originado en prejuicios y desconocimientos del otro.