[6] Robert Lucas y otros macroeconomistas neoclásicos criticaron los modelos keynesianos que no trabajaban bajo el supuesto de expectativas racionales.
[10] Aunque la teoría del ciclo económico ya estaba bien establecida para 1920, el trabajo de los teóricos como Dennis Robertson y Ralph Hawtrey tuvo un pequeño impacto en la política pública.
Esto podría llevar a un proceso acumulativo, en donde la inflación se incrementaría continuamente sin una expansión de la base monetaria.
Una disminución en las actividades económicas indican que los mercados pueden no estar compensado, dejando un exceso de bienes y capacidad ociosa.
[43] Mientras las teorías de Keynes prevalecieron en este periodo, sus sucesores abandonaron su metodología informal para pasar a la usada por Samuelson.
[46] La síntesis atribuía los problemas de la compensación del mercado a los precios rígidos que no se ajustaban al cambio en la oferta y en la demanda.
[64] Esta línea de investigación alcanzó su importancia con el modelo MIT-Penn-Social Science Research Council (MPS) desarrollado por Modigliani y sus colaboradores.
La presunta compensación entre la producción y la inflación representada por la curva esta la parte más débil del sistema keynesiano.
Phelps, aunque no era un monetarista, argumentó que solo la inflación y deflación inesperada afectaban el empleo.
Eventualmente, las empresas ajustarían sus precios y salarios por la inflación, basándose en factores reales, ignorando los cambios nominales provocados por la política monetaria.
[88] Los keynesianos de 1950 y 1960 habían adoptado una postura en la que defendían que la política monetaria no impacta la producción agregada o el ciclo económico, esto basándose en la evidencia mostrada en la Gran depresión, en donde las tasas de interés se mantuvieron extremamente bajas, pero la producción siguió en depresión.
[99] Sin embargo, enfocarse en los agregados monetaristas fue difícil para los bancos centrales, esto es debido a las dificultades de medición.
[100] El monetarismo se enfrentó a una prueba importante cuando Paul Volcker la presidencia del Sistema de Reserva Federal en 1979.
Los representantes tempranos del nuevo clasicismo se consideraban a sí mismos como monetaristas,[103] sin embargo, los nuevos clasicistas abandonaron la creencia de que la política monetaria podría impactar sistemáticamente la economía,[104] y eventualmente adaptaron los modelos del ciclo económico real, los cuales ignoraban los factores monetaristas.
[108] Los Keynesianos y monetaristas reconocieron que las personas basaban sus decisiones económicas en expectaciones acerca del futuro.
Ningún modelo es estable a menos de que cuente con las expectativas y el cómo éstas se relaciona con la política.
[124] Lucas y Leonard Rapping[nota 17] mostraron el primer acercamiento del nuevo clasicismo a la oferta agregada en 1969.
[125] Lucas (1973)[nota 18] propuso una teoría del ciclo económico basado en expectativas racionales, información imperfecta y en la compensación de mercado.
Estos últimos modelos se han convertido en una herramienta metodológica común para los macroeconomistas, incluso aquellos que no comparten la nueva teoría clásica.
[156] En el modelo de Diamond, era más probable que los productores produjeran si ellos veían a otros producir.
[190] La nueva síntesis fue adoptada por los economistas académicos y pronto por los responsables en la creación de políticas, como los bancos centrales.
[152] El análisis econométrico de los modelos DSGE sugería que, a veces, los factores reales afectan la economía.
Un trabajo publicado por Frank Smets y Rafael Woulters (2007)[nota 31] declaraba que la política monetaria explicaba solo una pequeña parte de las fluctuaciones en la producción.
[198] La calibración es asociada generalmente con los modeladores del ciclo económico real de la nueva escuela clásica, sin embargo las diferencias metodológicas atraviesan la ideología.
Mientras Lucas, Prescott, y Kydland son defensores de la calibración, otro prominente nuevo clasicista, Sargent, favorece a la estimación.
Entre los más conocidos están Steve Keen, Nouriel Roubini, Dean Baker, Joseph Stiglitz, Ann Pettifor, Robert Shiller, Paul Krugman, Michael Hudson, Wynne Godley y George Soros.
[200] El consenso generado por la nueva síntesis se rompió ya que los economistas debatían diferentes respuestas políticas para solucionar la depresión.
[211][212] Mientras que los neokeynesianos integraron las ideas de Keines con la teoría neoclásica, los postkeynesianos se dirigieron a otras direcciones.
Los postkeynesianos se opusieron a la síntesis neoclásica y compartieron una interpretación fundamentalista de Keynes que buscaba desarrollar teorías económicas sin elementos clásicos.
Sin la suposición ergódica, los agentes serían incapaces de tener expectativas racionales, socavando la nueva teoría clásica.