Migración de los serbios

A pesar de que el autor hizo los ajustes relativamente rápido, no pudo hacerlos a tiempo para su exhibición en Budapest y por tanto fue mostrada por primera vez en el palacio arzobispal en Sremski Karlovci.

[2]​ En 1691, Arsenio llegó a un acuerdo con el emperador del Sacro Imperio Romano Germánico Leopoldo I, por el cual los Habsburgo garantizaron autonomía eclesiástica y algún grado de autoadministración, para disgusto de la Iglesia católica y las autoridades húngaras.

[8]​ Leopoldo reconoció a Arsenio como líder de los serbios en el Imperio en el ámbito tanto religioso como secular, e indicó que su poder pasaría a todos los futuros arzobispos.

Así pues, en 1712 Sremski Karlovci se convirtió en sede del patriarcado para los serbios residentes en el Imperio de los Habsburgo.

[21]​ Como hecho notable, la Iglesia solicitó al historiador y sacerdote ortodoxo Hilarión Ruvarac que asesorara a Jovanović en cuanto a los detalles históricos de la migración, y le acompañó a visitar los monasterios de Fruška Gora, donde el joven artista examinó varias fuentes contemporáneas y objetos de la época.

[2]​ Su figura fue modelada usando la del patriarca Jorge[24]​[27]​ y supone una referencia directa al pasaje bíblico en el que Moisés guía a su pueblo fuera de Egipto.

[31]​ En el fondo aparecen miles de figuras a caballo y a pie antes de fundirse finalmente con el horizonte:[30]​ en la parte izquierda se encuentran soldados serbios que apuntan sus lanzas al cielo, mientras a la derecha las carretas de madera cargan familias hacia el exilio.

A la derecha del patriarca se encuentra una mujer, la esposa del líder de la milicia Jovan Monasterlija, que lleva al bebé de ambos y monta sobre el caballo que lleva sus pertenencias.

[32]​ Al verla por primera vez, Jorge se decepcionó con la representación que Jovanović realizó del éxodo, en particular la vista de ovejas y carros que transportan consigo mujeres y niños, pues los inmigrantes parecían una «chusma dándose a la fuga».

[30]​[40]​ Poco después de haber sido finalizada, el coleccionista de arte agramita Petar Nikolić obtuvo los derechos para publicar reproducciones litográficas durante los siguientes cincuenta años.

[38]​ Estas impresiones se volvieron populares y podían encontrarse en hogares serbios incluso a finales del siglo xx.

[43]​ Ya en 1945, cuando la guerra se acercaba a su fin, el mercader serbio Milenko Čavić encargó una cuarta versión, al dar por hecho que las otras habían sido destruidas en el conflicto.

La pintura fue devuelta a Belgrado en 2009 y se exhibe en la residencia de la Princesa Ljubica.

Asevera que Migración de los serbios y otras pinturas similares estimulan «una memoria colectiva» entre la nueva clase media serbia «transformando (...) la memoria de la gente en un vehículo más moderno para la invención de una nueva ideología nacional basada en la lucha serbia por la libertad contra la dominación extranjera».

[47]​ Michele Facos describe el cuadro como una celebración de los «valientes esfuerzos para defender la Europa cristiana contra (...) los turcos otomanos» por parte del pueblo serbio.